miércoles, 25 de julio de 2012

No es lo mismo...

No es lo mismo escribirte poesía sabiendo que no la leerás jamás,
no es lo mismo cerrar los ojos si no estás para dormirte sobre mi pecho escuchando mis latidos,
no es lo mismo escuchar una canción si no me cantas tú al oído,

no es lo mismo cerrar los ojos si no es para esperar un beso tuyo,
no es lo mismo pasar frío si no es por haberte dejado mi sudadera,

no es lo mismo cubrirse con una manta si no estás tú ya bajo ella,
no es lo mismo acabar un buen libro si no es para dejártelo,

no es lo mismo viajar si no es para verte,
no es lo mismo dormir si no es para despertar junto a ti,
no es lo mismo empezar un chicle si no es para compartirlo contigo,
no es lo mismo hablar de un cementerio musulmán si no estás para ser la única que lo entiende,

no es lo mismo extender os labios si no es para abrazarte,
no es lo mismo pasear por el campo si no es para desaparecer juntos,

no es lo mismo contar los días desde la última vez que nos vimos si no es para esperar la próxima,
no es lo mismo dibujar una catedral gótica si no es para que la quemes tú,

no es lo mismo no querer dormir porque eres mi sueño hecho realidad que no querer despertar por no dejar de verte...
Porque no es lo mismo vivir si no es para amarte...
No es lo mismo...


Más ñoñerías

Armas caseras, bien usadas letales.

Por si los zombies...

Bomba química.


ARMAS CASERAS 3...la más tonta de todas.

Es fácil, pro se necesitan herramientas...herramientas que, usadas de forma ofensiva, son bastante más eficaces y letales que el arma...pero bueno, esto no consiste en matar de verdad, sino en sentirse autorealizado y todo ese rollo, ¿no?
A ver, es una especie de lanza, se necesita un martillo, una tijeras de(para) chapa y una barra metálica hueca de esas  que se usan para las cortinas o, en su defecto, un tubo de cobre de los del agua caliente y eso...a longitud, para una lanza "jabalina"(arrojadiza, no de atravesar jabalíes hembra), metro y medio está bien...si la quieres para cuerpo a cuerpo, pues menos, para atacar a distancia sin deshacerse de ella, pues más, y así "sucesoriamente".
(Es más rápido si usas éstas, pero nadie que las tenga necesita un arma) 
El proceso es fácil: sólo dos pasos. El primero, coger el martillo y aplastar una punta del tubo, con un par de golpes por cada lado, debería valer, pero depende de la fuerza que tengas, de l(a naturaleza física y química del material del) tubo, la longitud del mango del martillo, el peso de la cabeza de éste, etc.(Dios, no sé como alargar un proceso tan simple).


Después, con las tijeras, cortas un trozo por cada lado de la parte aplastada, de forma que ésta quede puntiaguda. Para esto, y sobre todo para que quede más o menos simétrica, hay que cortar dos o tres veces, es muy difícil conseguirlo a la primera sin práctica.



Y ya está, para los que reconozcan mi mano, especifíco que la presencia de la pulsera representa a quien no olvido, que la ausencia del anillo representa que reniego del dios que me hizo perderla, y para los que no reconozcan mi mano, pues lo típico, que nada de pinchar los ojos a la gente para luego denunciarme, porque  con esta frase tan tonta(pero larga), debería estar a salvo de esas tonta's, así que cuidadito, que pincha mucho y blablablá....

Más armas penosas



Poemas y otras cursiladas varias.


Tenía que contarlo...
[Poesía] Poemas por aburrimiento. [Poesía]
[Poesía] Poemas por sueño. [Poesía]
[Poesía] Uno que no va para la de siempre. [Poesía]
[Poesía] Otro que sí. [Poesía]

[Poesía] Inconcluso...¿ME AYiUDÁIS?? [Poesía]
[Poesía] No es lo mismo... [Poesía]
[Poesía] aaaaaaaaaaaa [Poesía]
[Poesía] Ojalá fuera cierto... [Poesía]
[Poesía] Uno muy viejo... [Poesía]
[Poesía] Un par de retoques y... [Poesía]
[Poesía] De mis japi taims. [Poesía]
[Poesía] Uno mu malo. [Poesía]
[Poesía] Mi favorito *_* [Poesía]
[Poesía] Lo malo no es perderle... [Poesía]
[Poesía] No merece la pena, dadle a otro... [Poesía]
[Poesía] Uno normalucho... [Poesía]
[Poesía] Un insulto a mi modestia (H). [Poesía]
Madrid.
[Poesía] Sweet dreams. [Poesía]
[Poesía] Pensamiento romántico. [Poesía]
[Poesía]Sí es un poema y no, no es triste. [Poesía]
[Poesía] Primer amorrrrr.... [Poesía]
[Poesía] Sentimientos extraños. [Poesía]
[Poesía] Sí, pero ya no es lo mismo... [Poesía]

[Poesía] Qué bien rima a ti con por ti -.-" [Poesía]
[Poesía] Porque SIEMPRE tendrás mi bendición... [Poesía]
[Poesía] Mejor tener desamor que nada. [Poesía]
[Poesía] Resumen del anterior. [Poesía]
Lo siento :(
 [Poesía] I miss you... [Poesía]
 [Poesía] Sweet dreamas 2 [Poesía]
 [Poesía] ¡Hasta siempre!  [Poesía]
 [PoesíaPARA EMOS] Relación CASI lógica de lo cursi y lo suicida [Poesía PARA EMOS]
 [Poesía] Primera estrofa. [Poesía]
 [Poesía] Intento de olvido. [Poesía]
 [Poesía] Laaarga, pero merece la pena ^^ Creo... [Poesía]
 [Poesía] ¿Ex y amigos? [Poesía]
 [Poesía] First loves. [Poesía]
 [Poesía] 6a6a6a8a [Poesía]
 TEMEDME.
 [Poesía] Un día te voy a comer. (Hannibal Leccter). [Poesía]
 [Poesía] Blasfemia [Poesía]
 [Poesía] Largo de mi mente D: [Poesía]
 [Poesía] Más distancia. [Poesía]
 [Poesía] Intentando emular a Béquer... [Poesía]
[Poesía] Endecasílabos del diablo [Poesía]
 [Poesía] Pesimismo. [Poesía]
Veinte añitos.
 [Poesía] Roca costera. [Poesía]
[Poesía] Me muero. [Poesía]
 [Poesía] Peliazul. [Poesía]
 [Poesía] Profundidad... [Poesía]
[Poesía] Amanece... [Poesía]
 [Poesía] Intento de disculpa. [Poesía]
 [Poesía] Acróstico de disculpa. [Poesía]
 [Poesía] Rómpemelo. [Poesía]
 [Poesía]Dolor. [Poesía]
 [Poesía] Ojalá pudiera decir que no va totalmente en serio. [Poesía]
[Poesía] El placer de recordar. [Poesía]
 [Poesía] Mereces la pena. [Poesía]
 [Poesía] La chica de mis sueños. [Poesía]

Historia "Pregunta antes de disparar" (O "Muere follando").

Capítulo primero.
Capítulo segundo.
Capítulo tercero.
Capítulo cuarto.
Capítulo quinto.
Capítulo sexto.
Capítulo séptimo
Capítulo octavo.
Capítulo noveno.
Capítulo décimo.
Epílogo.

lunes, 23 de julio de 2012

EPÍLOGO. Por fin!!! Sé que es largo, pero quien haya leído el resto sabe que quedaban bastantes cabos que atar.


EPÍLOGO.
Noa observaba desde el suelo cómo la mujer que le había apuñalado se levantaba y se iba como si nada con el otro hombre. Cuando le atravesó la garganta (dolió menos de lo que esperaba, aunque le dejó sin fuerzas y cayó al suelo casi al instante, fulminado), entró en una especie de sueño en el que podía oírles hablar como un eco lejano, y del que no salió hasta que, al arrancarle la navaja de la herida, un dolor agudo e insoportable le recordó que seguía vivo. Entonces, abandonando los delirios de su imaginación, con los sentidos embotados y los nervios crispados, su memoria le hizo revivir las últimas horas de su corta vida.
La “aventura” comenzó ayer por la tarde, cuando su primo Danny y él decidieron ir desde la casa de éste, andando, hasta el poblado vecino, que era un “pueblo fantasma”, a ver a su abuela, la única habitante del abandonado pueblo a excepción de sus numerosos gatos, que campaban a sus anchas por todo el lugar. Gatos como el que ahora mismo estaba bebiendo del charco de sangre que había dejado en el suelo el acompañante de la chica que había intentado matarle. Y que, quizás, lo conseguiría sin tener que hacer nada más, sin siquiera darse cuenta, pasado un rato, cuando su cerebro acabase de cansarse del todo y decidiera descansar para siempre. Quiso apartar estas ideas y otras similares de sus pensamientos apartando la mirada del asqueroso animal, pero sus fuerzas le fallaron cuando intentó girar la cabeza, de lo que se alegró al recordar que tras él estaba el desfigurado cadáver de Danny.
Así que optó por cerrar los ojos y seguir recordando. Habían llegado al pueblo casi a las diez de la noche, pero, aunque en Sierra Andrea siempre refrescaba, también era allí verano, y aún estaba anocheciendo. Llegando, en la carretera, encontraron uno de tantos gatos…sólo que éste estaba  “un poquitín” aplastado…sobre todo la cabeza. Pero Danny lo cogió por el rabo para enseñárselo a su abuela y enterrarlo en su jardín. Así de…así era él. Tras una pequeña discusión, decidieron que merecía una digna sepultura, así que, aunque no fuera en el jardín, le enterrarían en el campo que había pegando a la cuneta, que estaba “blando” y en el que era fácil cavar con las manos. Alumbrándose con mecheros (iban preparados para todo) acabaron la macabra tarea y se dirigieron a la gasolinera,  que era la única tienda del pueblo, a por refrescos.
Ahí es donde todo empezó. Pues se encontraron al “gasolinero” tendido en el suelo boca abajo. Muerto. Noa no pudo evitarlo: cubriéndose la boca con ambas manos, corrió al baño a vomitar. Acababa de arrodillarse cuando Danny lo llamó –¡Viene alguien!- dijo. A unos cincuenta metros había un coche, con el motor apagado pero las luces encendidas. Y se oía a alguien discutir, así que al menos eran dos. Y seguramente discutían por haber dejado ahí el cuerpo a la vista de inoportunos testigos. Como ellos. Le dijo que no saliera, que él se escondería cerca y que no les habían visto. El asustado chico, en principio, salió corriendo hacia la casa de su abuela, pero antes de llegar, pensó que ésta se enfadaría por haber abandonado así a su primo, así que se quedó por allí cerca…más o menos cerca…
Noa pudo oírlo perfectamente desde donde se encontraba: el “¿Hay alguien?” que acababan de decir en la puerta sonó con la voz más inocente del mundo, una voz como de niña. Al menos había una chica entre quienes habían matado al pobre gasolinero. Intentaba no moverse ni producir el menor sonido, pero estaba temblando como no lo había hecho en su vida, sus dientes tiritaban, sus manos temblaban como si tocase el piano, y sus rodillas entrechocaban violentamente. Intentando no hacer ruido, se echó al suelo, hecho un ovillo, enrollando las piernas con los brazos. Ahora se oían susurros de una voz masculina. Y luego pasos. Se habían ido. O eso parecía. Pero por si acaso, no se movió de su escondite.
Y cuando por fin se decidió a salir, oyó algo en el exterior, en principio otra discusión, pero fue subiendo de tono, se oían casi claramente insultos a voces, un forcejeo, golpes sobre el coche…y finalmente gemidos. No sabía quién, pero había “alguien” sufriendo. Porque “otro alguien” le hacía sufrir. Quedó paralizado, se apoyó en la pared…y sin darse cuenta dio las luces. Silencio absoluto afuera. Momentáneo. Los gemidos dieron paso a más insultos y golpes. Y de pronto, dos tiros. Esto hizo al chico caer al suelo, instintiva e involuntariamente, cubriéndose la cabeza. Tras los “disparos”, alguien gritó “¡Largo de aquí!” y, entonces, reconoció la voz de su primo, que intentaba sonar lo más grave posible, y  recordó sus petardos. No se atrevieron a hablar hasta pasado un tiempo, y después decidieron quedarse escondidos hasta el amanecer, por si volvían. Ninguno de los dos logró dormir un minuto, aunque sí descansaron bastante.
Al amanecer, o poco después, un hombre y una mujer, los de anoche probablemente, entraron en la tiendita. Por su actitud no parecían muy psicópatas, la verdad. Hablaban con un tono como si no hubieran visto nunca un muerto. Seguramente, sólo sería una pareja de viaje que había parado a repostar. Aún cauteloso, se asomó a echarles un vistazo antes de mostrar su presencia. Y eso le salvó la vida, al menos de momento, pues vio a dos jóvenes con aspecto de drogatas, ella con una escopeta y él con un hacha y una gran navaja, estaban morreándose sobre el cadáver. Aterrorizado, volvió a meterse silenciosamente en el baño. Sonaron golpes metálicos, como si hubieran dejado caer las armas…eso le daría una oportunidad… Pero de pronto, su primo interrumpió su pensamientos -¡Están ahí ! ¡Están ahí!- gritaba. Pues qué novedad…  Y de pronto, sin más aviso que una palabrota de la chica, dos disparos (eran más fuertes que los petardos, pensó) Y, un momento más tarde,  otros dos. Esta vez, acompañados de un grito de dolor de Danny. Al principio, quedó más paralizado todavía, no podía ni tiritar. Pero aunque no quería abandonar a su primo, tampoco le apetecía seguir su suerte. Se armó de valor y decidió salir. Agazapándose tras los estantes, pudo coger una botella de cristal vacía que había tras el mostrador y colocarse tras el hombre sin  ser visto…no supo qué hacer, pero al ver el cuerpo mutilado de Danny, y antes de que la sensación que le anudaba el estómago le impidiera moverse o le hiciese mostrar su posición, actuó, quebrando la botella en la nuca del desconocido. Acto seguido, la chica con lágrimas en los ojos, le abrió el cuello… y hasta aquí hemos llegado pensó.
Sin saber muy bien por qué, esbozó una amarga sonrisa y abrió los ojos. Tenía la vista nublada, pero alcanzó a ver que en el enorme charco de sangre –realmente era enorme- ya no estaba el siniestro gato, sino los reflejos azules de la sirena de un coche patrulla. De los policías que había traído consigo Don Conrado, el cura que cada domingo venía a dar misa sólo para la abuela, que anoche le llamó para contarle que, tras una tonta discusión por la subida del precio de pan, al dependiente de la gasolinera le había dado un infarto. Aunque todo eso Noa no lo sabía. Pensó que ya era tarde para él, que ya estaba muerto, y justo antes de cerrar los ojos sin la mínima esperanza de volver a abrirlos, oyó que en un tono muy ligeramente asqueado, casi indiferente, que alguien decía “Aquí dentro hay otros dos”.



domingo, 15 de julio de 2012

Capítulo DIEZ.

CAPÍTULO 10.
-¿Crees que serás capaz de conducir hasta un hospital, Tannya? -Preguntó Lyss. Iba apoyándose en su chica, camino del coche, y acababan de pasar sobre el primer chico, junto al que había otro gato más pequeño- No creo estar en condiciones para hacerlo yo…
-Bueno -la chica estaba muy contenta: todo parecía acabar bien.  No parecía darse cuenta de lo mal que estaba Lyss-, me veo capaz de intentarlo Me has enseñado bien, ¿no?
-Lo he intentado… No eres una lumbreras, si no fuera por tu delantera, habrías muerto de hambre hace mucho
Una colleja cortó su risa. En toda la herida. Pero él era un chico duro:
-¡Zorra! -dijo dándole un fuerte guantazo en el trasero. Demasiado fuerte, quizás, no tenía todo el control de sus facultades en ese momento.- Sabes que es broma…
-¿Estás seguro -ahora fue un intento de beso lo que la chica interrumpió-, Lyss? ¿De verdad quieres empezar una pelea física?
Su mano iba tomando estratégicas posiciones por la entrepierna del chico
-Nah, estoy cansado, no me apetece volver a ganarte y tener que violarte…
-¿Quieres decir que apriete hasta tenerte de rodillas?
-¡Guapa!
-Tomaré eso como una rendición... -dijo riendo. Ya estaban junto a coche. Se tumbaron sobre él e hicieron todo lo factible. Y, por vez primera desde que se conocieron, fue ella la que dijo que no podía más y pararon.
-¡Uauh! ¡Enhorabuena, machote!-dijo a su chico ofreciéndole un cigarrillo que acababa de encender en su boca y agitando su melena- ¡Has superado en aguante a una ninfómana!
Lyss apenas rió. Cuando la chica le miró, quedó horrorizada de su aspecto: Estaba pálido y frío como la mismísima muerte. Lo malo del sesenta y nueve es que no le ves la cara a tu pareja, pensó asustada. Al parecer, había perdido más sangre de la que habían supuesto. O de la que había supuesto ella, quizás el chico no quería asustarla para tener “una buena despedida del Mundo”, como decía él. O para darle una buena despedida de novio a ella.
-Lyss, idiota, ¡¿Cómo me hace esto?! -parecía histérica, pero no se movió lo más mínimo- ¡Vamos al hospital!
-No hay gasolina…no sabes dónde está el hospital…ni conducir… -cogió el humeante cigarro de la mano de la chica, que estaba paralizada-. Mejor hacemos auto-stop.
Tannya siguió la dirección de su mirada. Un coche se acercaba hacia el pueblo. Un coche patrulla.
-No debí dejar con vida a aquel chico… seguro que él ha llamado a la pasma para quedar de víctima. Al menos te llevarán donde te pongas bien. -Le sonrió.
-Mira, cariño... el copiloto -hablaba muy pausada y vibrantemente, todo su ser temblaba, sobre todo sus delgados labios que, ahora morados y tiritantes, hacían tintinear el cigarro-, parece un cura. Al final sí que tendré mi extremaunción. Si de verdad hay un Cielo y voy a él, espero que los ángeles tengan tu cara -Tannya le besó la frente; cada vez temblaba más -. ¿Pero que tengan sexo, eh?
La chica, con lágrimas en los ojos, le quitó el cigarro, le besó suavemente, y se lo volvió a poner en la boca.
-Te amo, Tannya -añadió bajando los párpados y torciendo los labios en una sonrisa que hizo caer, aún encendido.
-Y yo a ti, Lyssandre…y yo a ti…-La chica se quedó mirando su palpitante sonrisa un momento más antes de coger el cigarro para que no se quemara, esta vez para dejarlo a un lado, y de subir los pantalones al pobre chico. Cuando lo hizo, otro beso en la frente de chico hizo que, sin abrir los ojos, levantara una mano hasta el pecho de la chica, que se la cogió. Cuando lo alcanzó, su sonrisa aumentó, mostraba tranquilidad y felicidad absolutas, y dejó de temblar.

sábado, 14 de julio de 2012

Capítulo NUEVE.

CAPÍTULO 9.
De pronto, involuntariamente, cerró los ojos y apretó los dientes hasta dejar de sentir la mandíbula. Sobreponiéndose al dolor que bajaba de la cabeza por el cuello a toda la espalda, pensó lo mucho que se alegraba de morir con la cara de su novia como última imagen. Aunque la expresión de terror le hiciera perder parte de su belleza. También se alegró, según caía al suelo, de que no fueran sus palabras las causantes de su horror. Y dejó de pensar.

Despertó sintiendo la cabeza húmeda y caliente (aunque no estaba para metáforas obscenas). También su cara la sentía húmeda. Pero no era sangre, comprobó cuando logró despegar los párpados y abrir los ojos, sino las lágrimas de Tannya, que le había puesto sobre su regazo y lloraba mientras le llamaba por su nombre muy suavemente. Nunca le había visto llorar, no sin taparse el rostro, al menos. Y por cruel que parezca, la encontró preciosa. Ahora sí que era una niñita. Una niñita que, con casi total seguridad, acababa de salvarle la vida. Cerró los ojos al darse cuenta de que su novia aún no se había percatado de que ya había recuperado el conocimiento, para poder seguir así un poco más. Sabía que era hacerle sufrir, pero cuantas menos esperanzas tuviera la chica de que seguía vivo, mayor sería su alegría al ver que así era. Y además, así podría decirle algo bonito, pues dudaba de poder articular una palabra en ese momento.
Con lo que no contó fue con que, teniendo una abierta y sangrante herida, estaba perdiendo fuerzas a cada segundo que pasaba. Se dio cuenta cuando casi se queda dormido, despertando aterrorizado  de un profundo sopor. Temió que si dormía podría no despertarse y al ver que no era capaz de pronunciar el mínimo sonido con su seca garganta se asustó tanto que, temiendo que fuera lo último que haría en esta vida y haciendo acopio de todas las fuerzas que le quedaban, logró levantarse, apenas recostarse, lo suficiente para alcanzar los hermosos labios de la chica y darle uno de esos besos como si  mundo se acabase. Y es que, para él quizás, se acabara.
Sintió en su boca la sorprendida, casi horrorizada, pero incontenible sonrisa de Tannya. Haciendo otro sobrehumano esfuerzo, consiguió levantar un brazo para abrazar a la chica y ambos cayeron, sin dejar de besarse, tumbados uno frente al otro. Cuando oyó el “te amo” más sincero que jamás había pronunciado su chica, cerró los ojos y pensó que ya podía morir feliz, pues tenía qué añorar en el Infierno.  Ni el mismo Satán podría robarle un recuerdo así. Pero no fue así. Su corazón siguió latiendo. No el beso, sino la sonrisa de Tannya le había logrado devolver a la vida.
Tras un rato de besitos y caricias sin llegar a mayores, como un par de enamorados adolescentes, los chicos decidieron levantarse y descansar un poco antes de huir cuanto antes de allí. Aunque ya no hubiera nada que temer. Según le explicó Tannya una vez estuvieron una vez estuvieron los dos sentados contra la pared contemplando el cuerpo de otro chico, éste con la navaja hincada en la base del cuello, justo sobre el esternón, no sabía por dónde, pero había entrado y le había golpeado por detrás con una botella, haciéndole perder el conocimiento. Y al verle caer, como impulsada por un resorte ella misma saltó sobre su agresor y le pinchó.
-Después me senté junto a ti, y creo que ya conoces el resto –la chica acababa de recuperar su pícara sonrisa. Todo había vuelto a la normalidad-. ¿A que no sabes cuantas horas has estado inconsciente?
El chico miró afuera para ver si el sol había subido mucho. Seguía siendo muy temprano, los anaranjados rayos de sol entraban casi horizontalmente por las ventanas. Ella rió suave, casi amablemente:
-Ni dos minutos. -a pesar de todo, estaba realmente feliz.
Y tras un rato mirándose en silencio como dos idiotas añadió, con otra sonrisa:
-¿Nos vamos?
La respuesta de Lyss fue levantarse rápidamente y ofrecer la mano a su novia para ayudarle a que le imitase. Pero perdió el equilibrio casi cayendo sobre ella, que rió cruelmente.
-Deja que te ayude yo a ti, …mi niño.
Pero antes de dejar que se apoyase en ella, se agachó para recuperar la navaja. Al hacerlo, vio que el asesino sólo estaba agonizante y extrajo el arma blanca con cuidado. Extrañamente, al menos en alguien tan vengativa y agresiva como ella, esto la tranquilizó bastante.
-¡Vamos!

viernes, 13 de julio de 2012

Capítulo OCHO.

CAPÍTULO 8.
-Valentina –susurró Tannya un par de metros más atrás. Por una vez, el chico pensó rápido y comprendió al momento: él iba a por el hacha con la escopeta en la mano, y mientras, la había dejado sola e indefensa, sin qué defenderse. Y la pobre le pedía la navaja. Ni eso había sido capaz de dejarle. Por un momento, justo en el que le arrojó a “Valentina”,  pensó que debería dejarle el arma. Pero él necesitaría al menos su navaja. Se acercaba a la puerta, su parte era la más peligrosa. Sabía que era verdad, pero se sintió el ser más egoísta y despreciable del mundo. Por otro lado, a esa distancia, con una escopeta de cartuchos y además recortada, sin experiencia pero con miedo, la chica podía herirle intentando salvarle si se le echaba encima el asesino. O los asesinos, porque si había gritado delatando su presencia y situación, sería porque había alguien de su lado escuchando. Mejor quedarse el arma, pensó acariciando el gatillo. Y no le dio tiempo a pensar mucho más, porque en ese momento apareció alguien en la puerta, también agachado. Alguien que, con un desgarrador grito, recibió en la cabeza y a quemarropa el segundo disparo.
Tras una fracción de segundo que a Lyss le pareció de varios minutos, fue capaz de pensar. Aunque no tan atropelladamente, a pesar de todo, es como si hubiera una gran calma en su tormentosa mente. Podía ver que el cuerpo que había ante él, aunque con la cara completamente desfigurada, era el de un chico. Un chico bastante menor que él. Y con un pie de cabra en la mano. Y por la posición en la que había quedado, estaba dispuesto a hundirle esa palanca en el cráneo. Se giró hacia Tannya que, horrorizada, intentaba no mirar. Empujó el cuerpo a un lado para quitarlo de la puerta y que no pudiera verse desde el interior y, con lágrimas en los ojos, cogió la palanca, el hacha y la escopeta, y se dirigió junto a su novia. No era la primera vez que lo intentaba, pero sí la primera que conseguía matar a una persona del todo. Y había sido un chico joven.
-Te quiero-dijeron ambos al mismo tiempo cuando estuvieron uno frente al otro. E hicieron un esfuerzo por sonreír. Por sonreír cada uno para el otro.
-Seguimos coordinados -dijo la chica-. Como en los buenos tiempos… ¿Recuerdas lo ñoño que te ponías cuando nos conocimos? Tus poemas asquerosamente cursis me daban ganas de potar.
Otro intento de sonrisa.
-Como si no fuera eso lo que te enamoró de mí… Además, eras tú la que me ponías así…ahora me pones en otro sentido. -Calló como si se diera cuenta de que esas bromas estaban fuera de lugar. Su sonrisa se había borrado.
-Tú siempre me pusiste en el mismo sentido –dio Tannya haciendo acopio de una cruel frialdad para animarle. Pasó una mano por la bragueta del chico, ahora llena de salpicaduras de sangre-. Mira. Ahora tú eres el regloso.
-He matado a un pobre crío -de repente, ante el esfuerzo que hacía su novia por animarle, cambió de actitud- … Y el muy cabrón quería matarte… a ti…a mi princesita… Acabo de estrenarme como tu caballero.
-Entonces…¿Voy sacando brillo a tu espada?
-Bueno…que tu primer muerto sea un chico es como perder la virginidad violando a una niña…supongo que estaré preparado.
Chistes guarros y ofensivos. Lo único que, en cualquier situación, lograba arrancar sinceras sonrisas de buen humor a Lyss. Y de paso, aprovechaba las circunstancias, en las que sabía que Tannya no diría nada, para llamarla “niña”. Pero ella no reaccionó como el chico esperaba.
-Gilipoll..-empezó a decir. Pero la chica se levantó como si hubiera perdido el miedo a un disparo que le quitase la vida y la frase quedó inacabada. Tannya estaba pálida, paralizada. Seguro que en su infancia hubo algún tipo de abusos o violación, pensó el chico. Algún tipo de mal recuerdo, de trauma oculto bajo un salvaje comportamiento sexual, que acababa de hacerle revivir. Claro, por eso no podía decirle niña. Nunca había hablado bien de su padrastro. Mientras pudo, se sintió un lamentable novio, una escoria humana. Pero estaba muy equivocado mientras pudo pensar que era eso lo que le pasaba a Tannya, una chica cuya infancia había sido relativamente feliz hasta que sus alocadas hormonas la "obligaron" a escapar de una conservadora familia muy represiva. Mientras pudo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Capítulo SIETE.

APÍTULO 7.
-Tannya, te quiero. Perdona que te haya hablado tan mal desde que nos despertamos. En el fondo que eres todo cuanto tengo, que…
-Lo sé…pero no me gusta oírlo. Porfa, no hables como si fuésemos a morir. Anoche vimos al asesino (si es que realmente lo era) irse. Y nos echó. Y nos fuimos. Y disparó. Y se fue. Y no volverá. Y… Y… Y todas estas cosas me las tendrías que decir tú a mí, odio ser la fuerte de los dos, no esperes que te lo repita jamás, maricón, pero -miró ruborizada al suelo a un lado de cuerpo sin vida- … Soy tu niña…
Permanecieron aun unos momentos abrazados hasta que el chico despegó los labios:
-Acabas de decirme que eres mi niña…mi niña… ¿No serás tú la que se está muriendo? –dijo con una sonrisa claramente forzada, intentando mostrarse tranquilo.
-Gilipollas… -dijo ella zafándose de sus brazos. Lo cierto es que esperaba algo más de resistencia, que su novio la sujetase, le pidiese perdón, besito y vuelta a empezar. Pero no fue así.
-Deberíamos irnos… ¿Comemos algo antes? –Dijo ofreciéndole unas barritas energéticas que cogió de un estante- Porque desde lo chicles de anoche…
-En serio, tío… Ahí un fiambre ahí delante, y si no nos damos prisa seremos los siguientes…  ¿Cómo puedes pensar en comer? Así estás… -Dijo picando su barriga con un dedo.
Tan anoréxico como ella. Así estaba.
-Aish, Costillitas -dijo pasando los pulgares por el tórax hasta llegar a la  altura donde no se le notaban los huesos -… Si no fuera por éstas te llevaba el viento
-¡Quita, guarro! –Dijo la chica. Y le mordió la punta de la nariz.
-¡Que no muerdas, Gatita! Si no sabes en qué gastar los dientes, come algo. Esta vez no pienso recogerte; como te vuelvas a desmayar…
Tannya le interrumpió:
-¿Me violarías, puto necrófilo? –El tono era tan sensual que Lyss no sabía si había sarcasmo o enfado en él - ¿Y por qué no un trío con el cadáver?
-Furcia depravada…
-Claro, tú ni lo habías pensado…y lo que tienes entre las piernas ¿Qué es?  ¿El rigor mortis, que es contagioso?
-O una arruga del pantalón. Calla y come, que tú ya no me lías…
“¡Ahí están, ahí están!” se oyó afuera.
-¡Jo-der! -dijo Tannya echándose al suelo y tirando también a su novio, que había quedado paralizado. Aunque en realidad chico iba a ir por la escopeta-  ¿Ves como teníamos que haber llenado el depósito y dejar la comida para cuando pudiésemos?
-Te quiero. –respondió Lyss , poniéndose en pie y descargando los dos cartuchos por la ventana. Aunque cuando se paró a mirar un instante antes de volver a echarse al suelo, no vio a nadie. Pero más que arrepentirse de gastar dos de los catorce proyectiles con que contaban, se alegró de que la canana con el resto de munición la llevara la chica en el pecho. Qué guapa estaba… El cuerpo de Lyss pedía una buena despedida de este mundo. Algo que recordar (y echar de menos) camino del infierno. Mucha gente, al morir, se arrepentía de no creer en el Cielo; él lamentaba sí creer en el Averno. Y no tenía muchas esperanzas de que en el baño hubiera un maldito cura de guardia para confesarle.
-Es mutuo cielo…no pasará nada… ¡Pero a ver si es la última vez que tengo que consolarte yo a ti!
Lyss sonrió. Le encantaba esa chica que jamás perdía lo que podría considerarse “buen humor”.  Le encantaba mucho.
-Pero yo más, tonti… Estoy enamorado de ti dos veces, de tus dos personalidades…
-Idiota monopolar… ¿Puedo ser yo la que mete, por una vez? -dijo recargando el arma
-Okey…pero como salgamos vivos de ésta…bueno, ya pensaré algo…
Calló. Dejando a su chica contra la pared, bajo la ventana, avanzó en cuclillas hacia el hacha, que había dejado junto a la puerta. Había oído algo. Muy cerca.

martes, 10 de julio de 2012

Capítulo SEIS.

CAPÍTULO 6.
-Tannya -la dulce voz de su novio la despertó-... Vamos, despierta Ya es de día.
No era su intención dormirse con... no sabía qué o quién buscándoles por un pueblo fantasma. Pero le dolía la pierna, Lys quiso masajeársela, fue subiendo poco a poco, una cosa llevó a la otra y... suele pasar cuando lo das todo que al acabar caes frita.
-Buenos días, mi amor -tenía buen despertar, su característica agresividad la iba cargando a lo largo del día su desesperante novio.- ¿Seguimos vivos?
-Qué mona estás recién despertada...lástima que cuando te despejes te vayas convirtiendo en niñata insoportable...
-Calla, tú, que tengo sueño... ¿Conseguiste combustible?
-No... Se ve que el tractor es diesel, nuestro coche de gasolina...
-Claro…el descapotable del señorito no puede ir a gasóleo, como los de todo el mundo, ¿no?
-Fuiste tú la que lo eligió por ser rojo… Además, no supimos hacerle el puente al otro, ¿te acuerdas?
-¿”Supimos”? ¿Por qué diablos hablas como si me hubieras dejado intentarlo?
-Oh, venga, princesa, que es muy temprano para pelear… No acercaremos a la gasolinera, ¿okey? ¿Qué tal tu pierna?
-Supongo que mejor, me diste un buen masaje–dijo besándole en la mejilla.
-Guay, pilla tú el arma, yo cogeré ese hacha…
-¡¿Ya empezamos, machito?! ¡¿Soy demasiado pequeña para llevar yo el hacha, capullo?!
-Que te den –le respondió bajándose del tractor de un salto y dirigiéndose a la ventana sin ella- ¿Seguro que tu pierna está bien? -Añadió cuando estaba a punto de salir, al ver que no lo seguía ni le contestaba.
-No…ayúdame a bajar de aquí, anda…
-Encantado, mademoseille…
-Calla, cabrito.
-Yo también te quiero…
De la mano de su novio y cojeando, pero sin humillarse rebajándose a apoyarse en él, Tannya andaba lo más erguida que posible, arrastrando por el suelo la cabeza un enorme hacha que apenas podía levantar.
-¿Sabes?, me parece injusto que TÚ lleves la escopeta que YO encontré…
-¿Pesa mucho? ¿Quieres que cambiemos?
-Yo no he dicho eso… –respondió, dolida, mostrando algo de resistencia para soltar el mango.
-Qué guapa cuando te enfadas….
-Vete a la mierda, cerdo.
Pasaron junto al coche sin mostrar la más mínima atención ni a la radio, que seguía encendida. Al ver la vacía garrafa que dejaron en el suelo, Tannya, que seguía de morros, la mandó a unos metros más allá de una patada, esperando la reacción de su novio. Pero éste seguía sumergido en sus pensamientos sin hacerle caso. El muy mamón iba de duro, pero estaba realmente acojonado. Cuando llegaron a la puerta de la tienda, un gato pardo salió corriendo de ella.
-Ahí tienes a tu psicópata…te cuidado que no te coma, gatita…
-Ya- dijo la chica guardando un paquete de tabaco y cogiendo un par de cigarrillos de otro-… ¿Y quién encendió estas luces, eh?
-Puede que él -dijo Lyss mirando absorto el cadáver que había algo más adentro, entre dos estantes. Ni se inmutó cuando la chica se le abrazó llorando.

lunes, 9 de julio de 2012

Capítulo CINCO.

CAPÍTULO 5.
Los dos chicos cruzaron corriendo la carretera. Al otro lado, en medio de un enorme campo en barbecho, había un pequeño edificio cuadrado y una de sus paredes era ocupada casi completamente por una puerta de garaje. Con suerte, habría dentro un coche con las llaves puestas y el depósito lleno. Y sin ella, sería un buen refugio donde pasar la noche o, al menos, esconderse un tiempo. Suponiendo que la puerta estuviera abierta, claro. Pero por buenas que sean las botas y ajustados que sean los pitillo, correr a oscuras por un campo recién arado a toda la velocidad que tu excitada entrepierna te permite para salvar la vida, no es fácil. Y Tannya no tardó demasiado en caer al suelo con un tobillo torcido. Si apenas pararse, Lyss la cogió en brazos y siguió corriendo como si la chica no pesara nada…aunque tampoco es que pesara demasiado, la verdad.
-Por fin puedo cogerte… ¿Ves como no es para tanto? A partir de ahora siempre te llevaré tomada como a una niñita…
-Que te lo has creído, capullo. No me vas a volver a coger otra vez en la puta vida. Y ésta me la pagarás…
-¿Quieres que te deje caer?
-¿Quieres ver dónde me agarraría para no caerme? Igual sin ella dejabas de ser tan chulito…
-Eso es la linterna, ¿sabes?
-Ya me parecía demasiado para ti…
-Habló de tamaño la vaca lechera -dijo dejándola en el suelo, recostada contra la pared opuesta a la gasolinera, en la que había una gran ventana-… ¿Puedes andar?
-No me apetece comprobarlo ¿y si me coges otra vez, cari?
-¿Y eso? ¿Es que te ha gustado?
-Nah, es sólo que mientras me llevabas he pensado dos venganzas y no me decido…mejor que me cojas dos veces....
-Bueno –dijo ignorando a Tannya y alumbrando por la ventana el interior del habitáculo, que parecía una especie de pajar, con un tractor en medio de montañas de fardos, barriles, sacos, paja, leña, ladrillo y todo tipo de herramientas y enseres para el campo-, faltan unas cuatro horas para que amanezca, las pasaremos aquí dentro, ¿okey? Encontraremos gasolina, un  techo y algo con lo que defendernos, por si hiciera falta.
-A mí me preocupa más otra cosa –dijo Tannya visiblemente inquieta.
-¿Qué pasa, amor?
-Que nunca lo he hecho en el asiento de un tractor -sonreía pícara, mordiéndose el pulgar. Y añadió, apartando la vista y bajando el tono-…contigo…
-Ni lo vamos a hacer – le respondió Lyss, tan fríamente como pudo-. ¿Entramos o quieres esperar al psicópata ahí tirada?
-¿Sabes, Lysandre? Eres un asqueroso hijo de puta –dijo levantándose-. ¿No quieres hacerlo en el tractor? Pues te…-Cayó al  suelo. Al parecer, su tobillo, estaba más fastidiado  de lo que pensó en un primer momento.
-Tampoco estás en condiciones de hacerme demasiado -dijo Lyss agachándose y cogiendo a la chica-… Vamos.
-¡Que no me toques, cabrón!
-Coge la linterna, anda… y alúmbrame un poco, no querrás que yo también me joda un tobillo, ¿no? –Añadió Lyss, ignorándola y colándose por la ventana con ella en brazos.
-¡Pues no! –Gritó mientras golpeaba al chico con la linterna, suavemente y con ella encendida por cierto, en la cabeza- ¡Quiero que te jodas las dos! ¡Que no puedas ni moverte! ¡Y que venga ese maldito asesino de una jodida vez y te arranque los putos huevos!
-¿Y qué ibas a cenar tú esta noche, eh? -Dijo dejándola suavemente en el asiento del tractor y dándole un besito en la mejilla -. Bien, estate quietecita y no hagas el tonto mientras busco una horca, un hacha o algo así…
-Lyss –Le llamó un momento más tarde-… ¿Crees que esto servirá?
Increíble  pero cierto. El granjero o… lo que fuera el dueño de aquello guardaba una escopeta recortada, ya montada y cargada, bajo el asiento.
-Igual sí que estamos en la jodida Texas…-dijo Lyss sintiendo una fuerte erección al ver a su chica encañonándole desde arriba.

Capítulo CUATRO.

CAPÍTULO 4.
-¿Sabes que los golpes ahí duelen mucho? ¿Y si dejas quietecita la rodilla?
-¿Para qué? ¿Para dejarte en condiciones de violarme? –Empezó a darle un poco más fuerte. Noto en su cuello como se encogía de dolor su pobre novio y sonrió, complacida.
-¿Es que acaso no es eso lo que quieres? ¿Lo que llevas buscando todo el puto día?
-¿Sabes que sigo siendo menor? ¿Y que si te denuncio por secuestro y violación te caerán como quince añitos?
-Te hice un favor al dejarte venir a vivir conmigo… ¿Por qué no dejas de repetir que eres menor?
-¿Y tú porqué no dejas de olvidarlo, imbécil?
-¿Por qué llevamos una hora embobados hablando con preguntas mientras intentas dejarme estéril?
-¿Y tú por qué estás tan guapo a la luz de la luna?
-¿Te han dicho alguna vez que estás como una puta cabra?
-Pues sí, alguna…no te creas el primero… ¡Pero gracias! –Por fin dejó de golpear al chico y comenzó a besarle. Sabía que en el particular juego de la pareja eso suponía perder, pero no podía resistirse un segundo más.
-¿Me amas, Tannya?
-¿Tú qué crees, idiota? –dijo dando un saltó y abrazándose con las piernas a su chico, que, sin esperarlo, no pudo aguantar su peso tan de repente y cayó de bruces sobre ella.
-¿Así que es cierto que esos golpes os dejan sin fuerzas, eh, machito?- rió Tannya acostada en el suelo, aún con las piernas en torno a chico, según habían caído.
-Hija de puta…
-¡¡Esa boca!! ¡Ya te has quedado sin besito de sana sana, por listo!- dijo levantándose y cogiendo la garrafa para la gasolina.- ¡Así que andando, mamonazo, que quiero largarme de esta mierda de sitio pero ya!

Sin una palabra, como tocado por un rayo, Lyss se puso en pie, levantó a su sorprendida novia como a una muñeca, la dejó caer de malas formas sobre el capó del coche y se le echó encima.
-¿Quién está sin fuerzas ahora, enana? –Susurró en su oído entre mordisco y mordisco.
-Ya era hora –dijo Tannya, sin ceder un ápice y mordiéndose los labios para evitar gemir-… ¿Qué clase de maricón aguanta todo el jodido día quitecito con este cuerpazo delante? ¿Es que…? –La calló un beso.
Pero en ese momento algo hizo que los ojos de Tannya, a punto de cerrarse, se abriesen como platos y casi saliesen de sus órbitas: la luz de la tienda se había encendido.
-¡¡¡Lyssssssssss!!! ¡Para, para, por favor!
-¿Qué te pasa? ¿Vas a mojarte? ¿Ya?
La asustada chica intentaba zafarse en vano. Esos rollos raros que se montaban con violaciones y masoquismo tenían su morbo, pero también algunos defectillos, pensó.
- En serio, tío, hay alguien ahí abajo, para de una puta vez.
-¿Eres muy pequeña para las pelis de Stephen King, ¿sabes? Será otro indeseable como nosotros robando al pobre gasolinero… Esperamos a que se vaya y nos acercamos nosotros a ver si ha dejado algo, ¿Okey?
-Lyss –lo cierto es que la había convencido, pero estaba algo asustada, además… ¡La había llamado indeseable!–, estate quieto, joder. Por favor, vamos a coger lo que podamos del coche y nos vamos corriendo…
Iba a darle un puñetazo al imbécil de su novio, pero algo la detuvo. Algo que los dejó paralizados a ambos durante un momento: Dos disparos y un grito bastante gutural que decía algo así cómo “Largo de aquí”.
-¿Se puede saber por qué coño os ponéis tan tontos los tíos con dos besos?
-¿Por el tuyo? ¡Y yo qué sé! ¡Calla y corre!

domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo TRES.

CAPÍTULO 3.
-¡Espérame, anda! -Lyss echó a correr tras ella después de unos segundos de estupefacción por la exagerada reacción de su novia...y por el hipnotismo de sus caderas en movimiento. Cómo si no se conocieran ya...
-Qué tontorrón eres-rió Tannya.
.¿Hola? ¿Hay alguien? .La tienda estaba desierta. Desierta y oscura, salvo por la siniestra fosforescencia que el ordenador de caja reflejada en la pared tras el mostrador.
-Genial-dijo Lyss-. Estamos en el puto pueblecito fantasma de de Texas de todas las pelis...-los suaves pero rápidos puñetazos de Tannya en su pecho lo interrumpieron.
-Lyss...ahí dentro se ha movido algo....
-Tranqui...sólo será el típico shériff sureño persiguiendo al zombie de Billi el niño...o de Billi la...ni...ña...-cuando miró a Tannya, esperando la reacción de la broma, no pudo ni acabarla. Se la encontró completamente pálida. Quedó horrorizado sólo de imaginar el susto que acababa de llevarse su chica.
-Perdona, guapi...será mejor que nos vayamos al coche a esperar al dependiente. Tocaremos la bocina, a ver si viene alguien, ¿Okey?
-No Lyss...por favor, vámonos de aquí cuanto antes, no me gusta este sitio...
-Está bien, vamos al coche a por Valentina, por si acaso y ya veremos de dónde sacamos combustible -hablaba atropelladamente, tanto para acallar sus propios pensamientos como para distraer a su novia-. ¿Sabes? Valentina, mi navaja, es el único recuerdo que tengo de mi familia. Por eso le puse nombre. Mide menos de un palmo, pero sus 3 milímetro de grosor en la hoja la hacen perfecta para apuñalar superficies duras sin que se parta. Se supone que es para cazar jabalíes. Aunque no tiene mucha punta... El día que me la regaló, mi tío dijo que cortaba tanto como un martillo...pero su aspecto impresiona. A mí me encanta.
-¿Crees que era un gato?-dijo súbitamente Tannya -Lo que he visto moverse en la tienda...¿Sería sólo un gatito?
-O una gatita-contestó Lyss bajando su brazo de los hombros a la cintura de Tannya y atrayéndola hacia sí.

¿Dónde estará la puñet...ah, ya la tengo. Estaba en la guantera. La dejarías ahí cuando me hiciste el bocata esta tarde...gracias, creo que no te las di.
-Perdona si te he asustado...no sería nada... ¿volvemos a la tienda? O pitamos con el coche...
-No… yo también he notado algo raro ahí, y creo que no había nadie...nadie que quisiera ser visto, al menos...Además -sonrió, algo malicioso-, casi no nos queda pasta, si quieres que tu novio pueda dormir bajo techo sin tener que prostituirte, será mejor que manguemos la gasofa... ¿Me acompañas a ver que hay en aquellos bidones? -le ofreció la linterna.
-¡No!-Cruzó los brazos cerrando los ojos, en actitud desafiante-Yo me quedo en el arcén a ver si pasa algún camionero que quiera que se la chupe.
-Cómo quieras, querida -dijo indiferente. Y dio media vuelta de nuevo hacia la gasolinera.
-¡Espérame, capullo! ¡Hijo de la grandísima puta!
-¡Ésta es la zorrita de la que me enamoré!-Le contestó su novio dejando caer al suelo la garrafa y cogiéndole el trasero con ambas manos.
-¿Se puede saber por qué coño has dejado el coche tan lejos de los surtidores, so gandul? -Dijo ella mientras, con las manos entrelazadas en su nuca, le daba suaves rodillazos, comprobando así lo “contento” que estaba.

Capítulo DOS.

CAPÍTULO 2.
-¿Pero y por qué mierda el capullo éste pasa por delante?-pensó Tannya, dando un portazo y poniendo punto muerto.-¿Es que no quiere pedirme un beso para que yo pueda negárselo?¿Para eso paso yo por detrás? El muy cerdo debe estar reservándose para esta noche...o madrugada, pensó mirando la luna casi llena que estaba ya en lo más alto. Pues se va a quedar con las ganas. ¿Cree que por ser el conductor es el único que se cansa de viaje? Se va a enterar....
Su "terrible venganza" consistió en pisar el freno un poquito mientras el empujaba. Sabía que la quería...y ella a él también...pero las doce horas de viaje no le habían hecho bien a ninguno de los dos. Y ya casi estaban en la gasolinera...soltó el freno de golpe y, al notar como el coche pegaba "un salto" hacia delante, sacó la cabeza por la ventanilla para ver a Lyss:
-¿Vas bien, mi amor?-preguntó lo más sarcásticamente qué pudo, viendo que el pobre chico había caído de rodillas.
-De puta madre, cariño mío...de puta madre...
Sonaba cansado, agotado. Puede que asustado(aunque Tannya no sabía de qué). Él jamás lo reconocía, pero las poquísimas veces que tenía miedo, hablaba así. O quizás estaba realmente exhausto . Sintió ternurilla por él, hasta le dio lástima...y pensar en esto, le dio risa.
-Tranquilo, casi hemos llegado. En media horita estarás en tu camita teniendo sueños bonitos, de eso se encargarán estas manitas que tanto te gustan...
¿Cuantos disminutivos he usado? ¿Ahora soy el puñetero vecino de los Simpson? De putísima, para una vez que le digo algo amable y pensará que me estoy burlando de él...me da hasta penita...
-¿Y si pedimos habitaciones separadas y así descanso un rato de ti?-Dijo Lyss interrumpiendo sus pensamientos.
Aunque por otra parte...-pensó Tannya irónicamente-ese maldito pederasta se merece todo lo que le pasa...y más aun.
-Ya hemos llegado, señorita-dijo Lyss apareciendo en su ventanilla, con una diligencia y caballerosidad muy exagerada-, ¿haría usted el honor de bajar y permitirme coger las llaves?-y le abrió la puerta.
-No soy tan inútil como tú, ¿sabes? Dijo ella arrojándole las llaves a la cara literalmente. Nada más hacerlo, se arrepintió. Y más aun cuando vio que le golpeó un ojo con ellas, y el pobre lo único que hizo fue decir un "¡Ay!", y agacharse a cogerlas. Se la quedó mirando como si no la conociera.
-¡Perdóname, cari!-dijo echándose a sus brazos.-He estado muy estúpida contigo todo el día, estoy harta de coche, pero seguro que tú estás peor...y tienes que aguantarme, y encima con esa sonrisita de gilipollas que sabes cuánto me gusta...lo siento...
-Heey...¿no dijimos que nunca pedirías perdón? Aguantarte tus locuras no me molesta, me encanta...y es el pequeño precio por tirarme a una fierecila bipolar...
-¡¿Precio?! ¡¿Acabas de decirme que soy una puta?!
-Una no... ¡La mejor del mundo!-dijo jugándosela, acercando una mano, disimuladamente, al pecho de la chica.
-Qué cabrón eres...Por eso me gustas, Lysandre -respondió ella cogiéndole ambas manos y metiéndoselas debajo de la camiseta-, por las cosas bonitas que me dices...
Lyss sacó de "ahí" sus manos. Alguien podía verles y tomárselo mal.
-Te quiero, mi niña-dijo apartando el flequillo de su novia-...
Pero un puñetazo en la boca del estómago le cortó la respiración y le hizo doblarse sobre sí antes de que pudiera besarle la frente. A Tania podías mandarla a la mierda mientras maldecías a sus muertos y llamándola zorrón...pero no podías decirle lo joven que era, ni por supuesto llamarla "niña" o "peque". Y él lo sabía. Puede que mejor que nadie de este mundo.
-¿Y si buscamos alguien que nos meta gasolina en el cacharro éste?-Dijo mientras se giraba y se alejaba hacia la tiendecita, meneando sensualmente sus caderas.

Capítulo UNO.

CAPÍTULO 1.
-Este pueblo no parece mal lugar-dijo Tania con un tono visiblemente entusiasmado.
-Aunque lo fuera -respondió secamente Lysandre, su novio-. No pienso pasarme la noche conduciendo para llegar a otra mierda de pueblucho. Además, me extraña no haber tenido que bajar a empujar...levamos una hora en reserva.
Normalmente hablaba así con todo el mundo, pero no con su chica. Sólo llevaban tres meses juntos, pero se querían de verdad. Puede que, al menos al principio, ella a él un poco más, pues si "le pidió salir" fue sólo para olvidar a su exnovia, pero al darse cuenta de lo increíble que era la niña(así la llamaba por sacarle cinco años, de diecisiete a veintidós, para picarla, con la consecuente venganza por parte de ella incluida, que básicamente consistía en llamarle pederasta y no dejar que le tocase), y de lo muchísimo que lo quería, la compensaba consintiéndole todo, como a una princesita, y mostrándose lo más enamorado que podía. Y ya apenas fingía. La verdad es que ambos se amaban bastante.
-Cállate, capullo.
Bastante...
Por supuesto, en cuanto dijo lo de la gasolina, el motor empezó a hacer ruiditos raros, nada a lo que no estuvieran ya acostumbrados los dos, y un minuto más tarde, acabó por pararse del todo.
-Por qué coño eres tan gafe, Lyss??
-Supongo que gasté toda mi suerte en encontrarte, chiquitaja-guiño un ojo y acercó su mano a la cara de Tannia, para acariciarla como si limpiara una imaginaria lágrima con el pulgar- Hay una gasolinera a cien metros...te pones al volante mientras yo baj...¡Auh!
El mordisco de Tannya le impidió acabar la frase.
-¡¡¡No te atrevas a tocarme, pedazo de viejo verde!!!-Dijo intentando contener la risa.
-¿A qué te bajas tu a empujar?
-¿En serio, Lyss? ¿De verdad quieres tenerme cansada cuando lleguemos a la pensión?-dijo con voz sensual; mientras una mano jugueteaba con la hebilla del cinturón de su chico, con la otra se abría aún más la camisa. –En fin...con el montón de cosas que tenía pensado hacerte...
Sabía conseguir de los hombres lo que se proponía, y si su padrastro no era la excepción, su novio por supuesto que tampoco.
-Gracias, zorrita-dijo Lyss fingiéndose enfadado-. Ahora podré empujar con tres brazos...
-¿Ya has olvidado que soy menor?? ¡No seas guarro, o te denuncio!
-¡Cállate ya ponte al volante, so...so...-no pudo contener la risa. Y ella tampoco. Desde luego, era amor lo que los unía. Y esa broma obscena y permanente en la que vivían, les hacía pasárselo de puta madre...pero lo cierto es que Lyss no estaba hoy de humor. Incluso dio la vuelta al coche, pasando por delante, para evitar cruzarse con Tannya y besarse...o algo peor. Sólo quería llegar a un motel, una pensión o unos cartones entre dos contenedores, y esperar al próximo día a ver si, por una vez en su vida, era mejor que el anterior.
Pero no parecía que fuera a ser así. Al pasar por delante de coche, vio una mancha, probablemente sangre, y posiblemente fresca(no es que fuera doctor forense, pero aún estaba roja)en el asfalto. No es raro que un animalito esté en una carretera tan desierta como aquélla y no tenga tiempo de esquivar uno de los escasos coches que por allí pasaban. Lo raro era que no estuviera por ahí el cuerpo del desgraciado serecillo(¿Hablo de un marciano? Se preguntó al sorprenderse a sí mismo pensando en la palabra "serecillo"), y también era rara, como mínimo, la mancha en forma de palma de mano abierta medio metro hacia el arcén.
Sí, era una coincidencia. Y sí, se puso de peor humor. Pero se alegró de que la guarrilla de su novia, al buscarle, hubiera pasado por detrás del coche y no la hubiera visto.

sábado, 7 de julio de 2012

Mi nombre es l.q...D.c.l.q.

Así es como firmaré ahora :P
Por cierto significa "la quería...Dios, cómo la quería".
Es un buen "seudónimo" si así le podemos llamar para los poemitas tristes, no?


Más ñoñerías


jueves, 5 de julio de 2012

Otro poemita....


Si esta noche de penumbra
un ángel se apareciese
para enseñarme, mi tumba
y en qué consiste la muerte,

si fuera el fin de la vida,
como dice la leyenda,
recordar aquellos días
que merecieron la pena,

no vacilaría un segundo,
lo aceptaría sin dudar:
abandonaría este mundo,
por poder verte una vez más.

miércoles, 4 de julio de 2012

Justificación. *Ejem, ejem...*


He subido a mi última entrada PARA JUMER, un chico bastante cortito una par de fotos que explican mejor como hacer los dardos, ya que que  el pobre no sabía cómo hacerle una paja a una aguja. Y un par son dos, porque la tercera (supongo que es innecesaria, no es tan difícil calentar un objeto por la punta de metal hasta ponerlo al rojo mientras se sostiene por a parte no metálica para no quemarse) la he subido para ver si tengo suerte y cierta personita la ve, ya que se ve su pulserita, la misma que me puso el domingo veintitrés de octubre del año pasado a las tres de la tarde tras uno de esos abrazos que hizo que merecieran la pena los dos días que pasamos...el peor finde de nuestra vida hasta ese abrazo :(

Odio estar depre, antes me gustaba, pero toda cansa D:




Poemitas...

Hablamos muy flojo,
dije cuánto te quiero,
tú cerraste tus ojos
y se oyó un beso sincero.

Y es que aún no logro entenderlo:
¿Cómo te quería tanto,
que después de tanto tiempo,
aún te sigo amando?






domingo, 1 de julio de 2012

ARMAS CASERAS 2 Ésta es mucho menos letal...lo siento D:


Voy a intentar explicar cómo hacer una cerbatana sin fotos...a ver si consigo hacerme entender...
Primero, cómo no, se necesita un boli Bic cristal...o de los que yo llamo "punta gorda", que no sé cómo se llaman. Bueno, pues lo típico, muerdes la punta, tiras, sacas la mina, soplas dentro, salta el tapón de atrás, y yastá :P Eso es fácil, lo especial de mi súper cerbatana son los dardos. Necesitas alfileres y cuerda, más o menos fina, como dos milímetros, a ojo de buen cubero; unas tijeras, o preferiblemente una cuchilla y un mechero. La verdad es que el fácil, pero el resultado mola muchísimo. Coges trocitos de cuerda de, más o menos, la longitud de los alfileres, o un poquitín menos.



Y con cuidado de que pasen por el centro, introduces los alfileres en la cuerda, de modo que apenas asome un poco la punta de éste. Y para que asome (un poco más, si ya se veía), se coge la cuerda por ambas puntas y se aplastan intentando juntar una con otra...se parece bastante a lo que hacen los chicos cuando están solos o lo que les hacen la novia cuando la tienen...yo antes era de los segundos D: 
Y tras el chistaco del día, proseguimos como si nada (?) Una vez que se ve la puntita y SÓLO LA PUNTITA, se coge ésta y la cuerda, y se echa la cuerda para atrás, con cuidado de no sacarla del todo. Después, manteniéndolo todo en el aire, en vertical y cogido por la cuerda (cuidado de no tocar nada el metal del alfiler) se pone la punta sobre la llama del mechero. Unos....cuatro segundo y el alfiler estará tan caliente que fundirá la cuerda y se quedará pegada a ésta desde dentro. Por cierto, que en cuanto empieza a fundirse hay que tener cuidado de que no "se doble", del peso del alfiler, la cuerda se derrite más rápido por abajo que por arriba, sí que en cuanto empiece a fundirse, quitas el mechero(si es necesario, lo repetimos todo) y coloca todo en vertical, es decir, con la cuerda cogida dejas el alfiler colgando. Hasta que se enfríe. Si no está bien pegado, repetimos. 

Y nada de empezar con la cuerda arriba y el alfiler colgando, o se quemará aquélla y se quemarán vuestros dedos. Luego es cuestión de desilachar la cuerda hasta que tapone el tubito del boli al METÉRSELA, bonita palabara, por cierto. Y si sobra, pues se corta.

Lo bueno de estos dardos es que con a aerodinámica que le dan los hilos de la cuerda en su "popa", siempre va de punta y se clavan. Perfectos para dianas con la cara del que te levantó a "esa" chica, el casero o el profe de mates que te jodió el verano.

Hay otras versiones, verbigracia la que tengo yo con chinchetas y un tubo de unos 40 cm., que sirve para poner posters en el techo, pero ya es menos discreta, y no tiene mérito ni nada, es sólo tener suerte y encontrar un tubo de grosor exacto.

Y ahora es cuando me pongo "serio" y añado que el arma de hoy no es mortal, pero hay que tener cuidado con apuntar a los ojos y blablablá, pero sobre todo tened cuidado al coger aire antes de disparo, pues si ya tienes el boli en la boca, podrías atragantarte con un alfiler que tiene una pelusa pegada, y en el mejor caso acabarías pasando la noche en urgencias con una bonita cicatriz en el cuello y habiendo visto desde dentro uno de esos hornos humanos llamados TAC. Lo que también puede ser mortal es que vean tirando, así que para evitar que te pillen, puedes guardar la municiones clavadas por dentro del bajo del pantalón y el boli, con su mina, en el bolsillo, o con una libretita para disimular más. Y si quieres que sea, probablemente no mortal, pero sí más peligrosa para tu víctima, puedes untar la punta en vinagre o limón, chuparla, o pincharla en un albaricoque podrido, ceniza, un escarabajo muerto, o en una caca de perro, lo dejo a tu imaginación y TU RESPONSABILIDAD.
Top blogs de Libros