Te quiero, y demasiado, aunque tú no te lo creas no he sabido demostrarlo ni sé hacerte que lo veas y no dejaré de intentarlo aunque tú ya no me quieras.
Si volviera a jugar a este juego que es la vida no dudaría en apostar de nuevo por mi niñita y es que la amo de verdad .
(Cabe destacar que el seudónimo de..mi...musa(?) era Sandy).