jueves, 28 de febrero de 2013

Peliazul.

Apólogo de hermosura,
Alarde de juventud,
Bello ángel de alma oscura,
Princesa de pelo azul,
Ladrona de mi cordura,
Todo eso eres tú.


Profundidad...

Profunda era tu mirada,
Profundo era nuestro amor,
Y profunda está la herida
Que hiciste en mi corazón.

Más ñoñerías.

domingo, 24 de febrero de 2013

La cuarta dimensión y los viajes en el tiempo.

Supongamos un cuerpo de una única dimensión, metros, por ejemplo.
Consideremos un hilo perfectamente recto y de grosor nulo que mida un metro. Si se representa como un segmento y en sus extremos se añaden otros dos segmentos paralelos, obtendremos un paralelogramo de dos dimensiones, que se puede medir no en metros, sino en metros cuadrados. Si repetimos hasta completar las tres dimensiones, las paralelas de la figura paralelepipédica(siempre quise usar esta palabra)obtenida parecerán la estela que dejaría si ésta se moviese, dando una posición respecto al tiempo(mx seg., no una velocidad, m/seg.). Ésta es la demostración más simple de que la cuarta dimensión es el tiempo.

Ahora, supongamos el hilo unidimensional perfectamente tenso de un extremo a otro, como una cuerda de tender. Si se pone sobre él un peso, dejará de se un segmento para convertirse en dos, con un punto común donde está el peso. Dos rectas(o segmentos)concurrentes definen un plano, para representar la figura creada no basta con una medida, habría que dar dos, ya no puede representarse su longitud en una cinta métrica, habría que dibujarlo en un papel, por ejemplo. En un plano. Un peso grande añade una dimensión.
Y supongamos ahora, como cuerpo bidimensional, un sábana sujeta por las cuatro esquina y completamente tensa. Un peso sobre ella la deforma y le da una tercera dimensión. Y con cuerpos "reales", tridimensionales, un gran peso hace que su posición varíe respecto al tiempo, le dan cierta aceleración. Es lo que conocemos como gravedad.

En el caso del hilo, si el peso es muy grande, cualquier objeto de masa despreciable que hubiera sobre él y que se moverían hacia el peso(como una tirolina, por ejemplo), si el peso muy muy grande y rompe el hilo, dicho objetos menores caería y se perderían en "la segunda dimensión". Asimismo, las fuerza que mantenía tenso el hilo, se separarían infinitamente, deformando la primera dimensión. En la sábana pasaría igual si el peso es tan grande que la agujerea, y los objetos menores que pudiera haber sobre ella, como canicas, se perderían en la siguiente dimensión.
Y para acabar, en el caso "real", el que vemos, de cuerpos tridimensionales, un peso enorme, como el de un agujero negro, primero deformaría infinitamente las tres primeras dimensiones del cuerpo que se acerque demasiado a él, lo estiraría infinitamente para acercarlo a él, y/o lo comprimiría hasta reducirlo a un punto a dimensional. pero, además de eso, lo perdería en la siguiente, en la cuarta dimensión, lo perdería en el tiempo.
Es cuestión de regularlo bien, de "saber qué hay bajo la sábana, justo debajo del agujerito", y podrás viajar en el tiempo. Si no te importa perder la forma de tu cuerpo....

sábado, 23 de febrero de 2013

Capítulo 5.

CAPÍTULO 5.
A su lado había un montón de ropa de todo tipo, probablemente usada, posiblemente de muertos. Al incorporarse notó un fortísimo dolor en el cuello: la patada del ascensor casi se lo parte. Escogió unos vaqueros “normales” y una camiseta “normal. Al ir a ponerse el pantalón, vio que tenía el muslo vendado ¿habría sido ella? Probablemente. Pero a pesar de esto, y de que llevaba inconsciente y en ropa interior… no sabía cuánto tiempo, sintió algo parecido a vergüenza y vaciló unos instantes antes de sacarse la camiseta. Creyó notar una sonrisita disimulada en el rostro de la chica justo antes de que interrumpiera sus pensamientos diciendo fríamente:
-Tranquilo, que me giro-estaba sentada en el suelo frente a él, y en un rápido movimiento, se giró apoyando una mano en el suelo y se cubrió los ojos con la otra-. Algunas tenemos educación…
Parecí bastante molesta de verdad, pero tampoco había hecho nada malo…Resignado cogió la camiseta para ponérsela, pero entonces la chica añadió:
-Te perdono si te pones la verde. –Le estaba observando a través de un trocito de espejo que tenía en la mano con la que supuestamente se tapaba los ojos. El chico se sintió decepcionado, pero consigo mismo, por no haberse dado cuenta antes. Aun así, miró intrigado la camiseta que había dicho. En grandes letras moradas con purpurina sobre fondo verde ponía “Voy con la princesa”. Era improbable que ese tipo de camiseta fuera de chico.
-¿Sabes? Creo que podré vivir sin tu perdón….
Y en ese preciso instante, la furgoneta paró de un frenazo haciéndole caer justo al lado de ella, casi le cayó encima. Ambos empezaron a reír, pero la puerta se abrió y apareció el hombre al que dentro de poco conocería como “Jefe”. Llevaba un mono de trabajo que casi con total seguridad emplearía para colarse en alguna parte. Dudaba que los tópicos de las películas funcionasen…
-A ver si dejamos el magreo para otro rato. Que hay prisa. Como ya te habrá explicado la Rubia, tenéis que haceros pasar por universitarios, infiltraros en la facultad de derecho y secuestrar a la hija del ministro tal. Tienen programado un simulacro de incendio para dentro de algo menos de hora y media, lo que nadie sabe es que quince minutos después una bomba real hará derrumbarse el ala oeste del edificio. Para ese momento tenemos que habernos ido con la chica y sin que nadie la haya visto salir, ¿de acuerdo? ¿Todo claro?-Abrió una trampilla que ocupaba casi la mitad del suelo del vehículo y de un doble fondo en el que había dos cajas de cartón tan grandes como para llevar un cadáver, una carretilla de plataforma y varios subfusiles, entre otras cosas, sacó un par de mochilas y se las entregó- Ahí tenéis planos de la facultad, con la clase del objetivo y la ruta de evacuación marcadas, unas fotos de la chica y armas de fuego. Utilizadlas sólo si os descubren, si la operación fracasa, tendréis que haceros pasar por terroristas, y responsables de la explosión, con las consecuencias implícitas. También tenéis comunicación con la base y conmigo camuflada en unos cascos Apple. Éstos tienen un botón de emergencia que anulará la detonación de la bomba, pero más vale que no lo pulséis si apreciáis la vida en libertad… ¿preguntas?



viernes, 22 de febrero de 2013

Capítulo 4.

CAPÍTULO 4.
Nada de lo que le acababan de decir le sorprendía. Era evidente desde el principio quiénes eran, pero se había negado a verlo. No soportaba su situación actual, era cierto…pero tampoco le apetecía lo más mínimo volver a la guerra. Aunque en todo aquello, algo sonaba a operación especial divertida…emocionante…suicida. Sí, no podía estar tan mal. Pero mientras dudaba, y aunque no era necesario, pues estaba a punto de soltar el arma, la joven, apoyándose en la esquina del ascensor con las manos, le dio una patada en la cabeza con ambos pies que le hizo perder el sentido unos momentos más tarde. Unos momentos suficientes para ver como su pobre rehén caía degollado, desangrándose como un cerdo.
Despertó recostado de mala manera en la parte de atrás de una furgoneta, frente a la chica, que se estaba cambiando la ropa ensangrentada. Decidió esperar un poco para mostrarse consciente, pues no quería perderse semejante espectáculo. Su joven cuerpo era realmente hermoso, dudaba mucho de las palabras del que parecía ser su superior, era imposible que esa preciosidad hubiera estado en el frente como él, podría decirse que las vidas de ambos habían sido completamente diferentes. Y lo de “nada que perder”… puede que en eso sí coincidiera con ella, pero no con el suicida cuyo hermano había decidido limpiar su nombre arriesgando y perdiendo la vida. En todo aquello había algo que no encajaba, le ocultaban algo, estaba claro… ¿pero qué podía hacer él?
-Sé que estás despierto-dijo la que tenía toda la pinta de ser su futura compañera de armas mientras se metía otra ajustada camiseta. Era lo primero que le oía decir-. Abre los ojos  del todo, si te interesa puedes mirar cuánto quieras.
-¿Eh?-Se limitó a responder, haciendo como si acabara de despertarle.
-Total-continuó ella-ya te debo una patada desde que me miraste por la mirilla….
Y dicho esto, volvió a estirar repentinamente  ambas piernas hacia él, al tiempo que se ponía unos cortos pantalones. Esta vez no llegó a rozarle, y sus pies descalzos quedaron a escasos centímetros del pecho del chico, que, todavía algo aturdido, se estremeció de una forma exagerada, echándose hacia atrás bruscamente y chocando con la pared metálica de una forma bastante torpe.
-Joder con el veterano de guerra-soltó, entre risas-Anda, vístete… Ahí tienes algo de ropa, escoge lo que quieras… Pero recuerda que no debes llamar la atención, para este tipo de misiones hay que ir discretos.
Discretos. Acababa de decir que había que ir “discretos”. ¿Cómo era capaz de decir algo así? Ella llevaba unos cortísimos shorts que no dejaban nada a la imaginación, y una camiseta naranja fosforito, lo suficientemente ceñida como para hacer evidente que no llevaba nada debajo y cuyo estampado rezaba “teta izquierda” y  “teta derecha” en sendos círculos situados donde es obvio. 


Curiosidades de la Ciudad del Vaticano:


1-Aunque es sin duda su obra cumbre, en principio Miguel Ángel no quería hacer la Capilla Sixtina, él prefería  esculpir. Además, no acababa de gustarle el Papa Julio II, quien se la encomendó. Al acercarse la muerte de éste, iba a realizar la escultura de su tumba, pero pasó tanto tiempo en Carrara escogiendo el mejor mármol para hacerla, que el último momento, la realizó otro escultor, Bramante, y a Miguel Ángel no le quedó otra opción que pintar la capilla o irse de allí. Y, ante la idea de que se encontraba en esa situación debido a que sus enemigos sabían que no le gustaba tanto pintar como esculpir y querían hacerle renunciar, la realizó prácticamente solo, a pesar de sus numerosos ayudantes, y a éstos les ordenaba las tareas más simples, como limpiar los pinceles, construir los andamios, llevar una bitácora como si de un barco se tratara, o simplemente “mirar y aprender”.
2-Es sabido que en el renacimiento, antes de la unificación italiana por Vittor Enmanuelle secondo(creo), la península itálica estaba dividida en ciudades estado como la antigua Grecia, más o menos. Pues bien, entre ellas solían organizar partidos de algo parecido al fútbol. Pero no todas, el Vaticano no podía hacerlo. Hasta que en 1975, se permitió a la Guardia Suiza crear un equipo, que hasta día de hoy juega, sobre todo, con otro cuerpos de seguridad italianos, como los Carabineri venecianos.
3-La guardia suiza, además de la espada y la alabarda, con las que deben ser tan diestros como letales, llevan en su “bonito” uniforme una pistola y 3 granadas, 2 de fragmentación, y otra de gas lacrimógeno o cegadora/aturdidora . Y aunque no los lleven “siempre”, tienen preparados fusiles de asalto, y son expertos francotiradores y karatekas. Hay quien habla de asesinos profesionales, o de miedo a conspiraciones. Quien antes de hablar piensa, sabrá que en un lugar con miles de visitas diarias hace falta una fuerte seguridad.
4- Que la basílica de San Pedro esté edificada sobre la tumba de éste, no es ninguna novedad, creo. Pero hasta 1939 no se encontraron sus restos. Y cabe destacar que de no haber estado en un nicho con la inscripción Petrus Ani, no habrían podido diferenciarse de otros esqueletos que había junto a él, muchos de ellos de diversos animales.
5-A pesar de ser uno de los estados más ricos, si no el que más, en la Ciudad del vaticano no se cobran impuestos, todos sus ingresos provienen de donaciones, y la mayoría del patrimonio tiene siglos de antigüedad.
6-La emisora Radio Vaticano es de las más antiguas del mundo, fue instalada por Guillermo Marconi, premio Novel de física italiano e inventor de este medio de comunicación. Trasmite en más de 30 idiomas.
7-En los archivos secretos vaticanos se puede encontrar cualquier cosa, de planos de máquinas de tortura de la inquisición, a registros de supuestos anticristos como hombres lobo o vampiros, pasando por técnicas de  construcción de catedrales de tiempos del origen de los masones, listas de exorcismos realizados, o registros de todos los juicios en los que se ha acusado a miembros del clero desde la edad media, de los últimos casos de pedofilia a algún franciscano que se saltara el voto de pobreza para guardarse un bocata(se supone que viajaban mucho y no podían llevar equipaje, comiendo de lo que se encontraban por el campo y lo que le diesen por las ciudades).

1,2,3, responda otra vez.
-El sonido de la ballena jorobada puede escucharse a más de novecientos kilómetros de distancia, si el país estuviera en silencio y una ballena “gritase” con todas sus fuerzas en Andalucía, podría escuchársele en Cataluña y Galicia.
-En una gota de agua hay tantas moléculas(H2O)como gotas caen de las cataratas del Niágara. En 400 años.
-Nos tragamos una media de 8 arañas al año. Sólo mientras dormimos.

Más cosas curiosas.

Curiosidades de el escorpión y el alacrán:

1-Ambas palabras hacen referencia al mismo animal, sólo que una viene del árabeal-agrab, y la otra del latín scorpio.
2-Salvo en la Antártida, hay escorpiones en todos los lugares del mundo, se adaptan todos los climas y a todos los terrenos.
3-En el mundo existen más de 1.000 especies de alacrán conocidas. Debido a que pueden, y suelen vivir en los lugares más inhóspitos del planeta, puede que queden por descubrir otras tantas.
4-Hay escorpiones ovíparos, vivíparos y ovovivíparos.
5-No es cierta la leyenda urbana de que ante el fuego se suicidan, lo que pasa es que al quemarse su cuerpo convulsiona arqueándose de la única forma que su exoesqueleto le permite, y parece que se pica a sí mismo. Pero aunque quisiera, su aguijón no puede atravesar su caparazón, lo cual es fácilmente comprobable viendo como do de estos animales se pelean, pues usarán las pinzas, pero no el aguijón.
6-Pueden aguantar hasta dos días sin respirar, bajo el agua, y hasta un año sin comer ni beber nada. Aunque nunca comen, sólo beben, a razón de su veneno tan potente es que puede licuar literalmente los órganos internos de sus pequeñas presas para poder “bebérselos”. Hay especies que pueden vivir 25 años.
7-Su exoesqueleto está compuesto de queratina, como el cuerno de los rinocerontes o el pelo y las uñas de los humanos.
8-Al igual que la viuda negra, la hembra intenta devorar al macho tras el apareamiento… pero éste suele correr más.

1,2,3, responda otra vez.
-Sólo el elefante tiene cuatro rodillas.
-Los viajes en burro, o éstos, producen más muertes que los de avión.
-En Woodstock, el mayor festival de rock de la historia, hubo 3 muertes y 2 nacimientos.

Más cosas curiosas.

Curiosidades de La constelación de Eurión (No, no he escrito “Orión” mal.):

1-No se trata de una constelación real, pero la has tenido en las manos cientos de veces, seguramente miles.
2-Igual que su nombre, no es más que la de Orión un poco deformada.
3-Se usa en toda Europa, incluyendo Reino Unido, y también en Japón o Sudamérica, pero en Estados Unidos aún no se ha extendido del todo.
4-Su utilidad es bloquear programas de diseño gráfico como Photoshop o Gimp y hardware, como escáneres e impresoras.
5-Y…¿qué es? Pues una ficticia constelación que está representada múltiples veces, en todas las posiciones posibles, pero bastante camuflada, en los billetes, y que al ser detectada por un sistema informático capaz de duplicarla y/o editarla, lo bloquea, para evitar la falsificación. Es bastante más original que la marca de agua o lo del hilito…

1,2,3, responda otra vez
-Si en una estatua ecuestre el caballo tiene las dos patas delanteras en el aire, el héroe murió en combate, si tiene una, de las heridas del combate pero después de éste.
-Wendy no es nombre real, no hasta que el libro de Peter Pan se hizo famoso.
-Según los cálculos de Napoleón, con las rocas de las pirámides egipcias podría construirse una muralla que rodease Francia.

Curiosidades del instructor jefe Hartman, de La chaqueta metálica:

1-El actor que lo interpreta es realmente un exmarine, porque Clean Eastwood, el duro del cine, se negó a interpretar a "un tipo tan duro".
2- No conoció a los demás actores hasta el momento de empezar a rodar, para que no pudiera confraternizar con ellos y ser así más “duro” aun. También ensayaba aparte.
3-En la versión en español no lo sé, pero en la original de Toy Story, es él el que da voz al sargento de los soldaditos de juguete.
4-En ningún momento de la película sale sin sombrero…no vivo.
5-En la película Agárrame esos fantasmas, aparece interpretando el mismo papel…aunque ya muerto.
6-El disparo que acaba con su vida, fue el primer disparo “realista” del cine, Kubrick contrató a médicos, forenses y militares para ello.
7-Durante la carga de los helicópteros en la película Apocalypse Now, según mi opinión empata con ésta como mejores películas sobre Vietnam, vuelve a aparecer, esta vez como piloto. Y sin sombrero :(

1,2,3, responda otra vez.
-La inyección letal se aplica justo a las doce de la noche para que no haya día concreto de la muerte del reo, y la activan tres verdugos distintos pulsando cada uno un botón, aunque el “veneno” sólo se introduce con uno de ellos, para que no sepan quién lo ejecutó.
-La fecha con menos nacimientos de todo el año es el 25 de diciembre, posiblemente por la tradición católica que considera una ofensa que un niño nazca el mismo día que Jesucristo.
-Las llamas de San Telmo, una especie de fuego azul que aparece en la punta de los mástiles  en los veleros o en las alas de los aviones han sido analizadas científicamente y se ha demostrado varias veces que son provocadas por un efecto físico electroquímico. Era más o menos lógico. Pero, ¿de dónde viene su nombre? Del San Telmo, el único barco fantasma registrado, un navío de 74 cañones(eran originales poniendo nombre) español que, navegando demasiado cerca del antártico, al sur del Cabo de Hornos, vio cómo su tripulación moría congelada y chocó contra un iceberg. Pero no se hundió, sino que quedó incrustado en él y aunque hasta hoy no se han encontrado sus restos, desde entonces, hay marinos que aseguran haber visto un barco recubierto de hielo con marineros congelados en su cubierta.

Más cosas curiosas.

Curiosidades cocacola

1-La Coca-Cola, en principio se vendía como medicamento, para esto fue cread. Pero sin burbujas, aún no se había descubierto el buen sabor y las burbujas que se pueden añadir a los refrescos con dióxido de carbono.
2-Papa Noel, en principio era verde, hasta que un anuncio de Coca-Cola lo vistió de rojo. Pero mucho antes, el logotipo de Coca-Cola también era verde, como el cristal de su botella.
3-Se puso de moda y empezó a ser rentable durante la segunda guerra mundial, cuando los soldados americanos la preferían al agua porque, al ser transportada en los mismos camiones que la gasolina, la Coca-Cola disimulaba mejor el sabor de ésta que el agua.
4-En Arica, Chile(que conste que no soy panchito e.e )está el mayor anuncio de la empresa. No, no es una valla publicitaria, es un montón (70.000 y pico) de botellas vacía en la ladera de una colina formando las palabras “Coca-Cola” con las letras típicas, pero un tamaño único: 122 po 44 metros.
5-Casi el 95% de la población mundial conoce esta marca, siendo con grandísima diferencia la marca más conocida.
6-Si se repartiera toda la Coca-Cola vendida desde que existe la marca como tal entre toda la población mundial, a cada uno nos tocarían 32 cajas de 24 botellines cada una.
7-Tiene la mayor flota comercial de camiones del mundo; en una remota zona de Japón llega en helicóptero, y en Venecia en Góndolas. Por cierto, éstas no son rojas, pues en la ciudad de los canales, todas las góndolas han de ser negras salvo las de altos dirigentes que pueden ser blancas.
8-En Centroamérica hay una playa llamada Coca-cola.  


1,2,3, responda otra vez.
-Las escaleras de las torres de los castillos medievales son siempre de caracol, y descienden en el sentido de las agujas del reloj. Esto es así para que al subir la pared quede al lado derecho y dificulte más el uso de esta mano con la armas a los atacantes que suben que a los defensores que los contienen.
-La postura sexual de “el misionero” recibe su nombre de que fue la única aceptada por la Iglesia católica.
-En el Pacífico sur hay un pequeño país insular llamado Niue, en el que apenas viven 4.000 personas. Apenas hay un hospital y cuatro colegios, pero cada alumno recibe al empezar a estudiar un ordenador portátil, además de haber wifi gratis en todo el país. La moneda que se usa es el dólar neozelandés, con la diferencia de que el dibujo que tienen algunas estas monedas es…un pokemon.

Más cosas curiosas.

miércoles, 20 de febrero de 2013

ARMAS CASERAS 8 Anillo de la muerte.

Ésta, aunque es de las más tontas, también lo es de las más peligrosas, así que mejor que ni la hagáis. Se necesita una cuchilla y un anillo de éstos más o menos heavys con un corte que los atraviesa. Siento que en la foto no se vea mejor, pero mi cámara no tiene muy buen macro o como se diga.




Con cuidado, se rompe la cuchilla, procurando que el fragmento, de... medio centímetro, más o menos, quede lo más puntiagudo posible. Luego no hay más que encajarlo en la ranura del anillo y ya está.
Cabe destacar que aunque lo pongas hacia dentro, y si no sobrepasa el medio centímetro, puedes cerrar el puño con casi total seguridad, debido a la forma de los dedos o yo qué sé, pero no olvides que lo llevas si vas a cogerte una contractura del cuello o quitarte el sudor de la frente.


El uso que se le puede dar, aunque que conste que no lo recomiendo, es más de pinchar que de cortar, pero una cuchilla en punta pincha más que una aguja como un cuchillo clava mejor que un destornillador(los psicópatas saben de qué hablo, guiño, guiño). Puedes hacer la típica broma de dar la mano a alguien, o apoyarte discretamente en su hombro y decir que "te habrá dado un calambre", porque has sentido un pinchhazo, y que si a él también le ha llegado. También sirve como discreto mosquetón, (o puño americano), o para rajar la cara de alguien de un bofetada. Por no decir las cosencuencias que puede tener un corte en la nuca si das un buena colleja...

Resumiendo, es muy peligroso, tanto que resulta gracioso, así que acabas de leer esto, te ríes un poco, PERO NO LO HAGAS. Y si lo haces no me culpes...

Más armas antipanchitos.
(No tengo nada en vuestra contra, pero ya que esta sección se ve sobre todo en sudamérica, igual haciéndome el racista me comentáis, aunque sea insultando...).

martes, 19 de febrero de 2013

Capítulo 3.


CAPÍTULO 3.
El tal “Gordo” le hizo entrar en el ascensor de un empujón, lo que le hizo dar un traspiés que casi le hizo caer sobre la chica, en la que creyó ver un atisbo de sonrisa divertida aunque sabía cómo ocultarla bajo la que ya había identificado como su fachada de indiferencia. El hombre del sombrero sacó una vieja y oxidada pitillera del bolsillo interior de su americana. El aquel viejo objeto metálico encajaba a la perfección con su desdeñada apariencia. Dudo un instante si ofrecerle un cigarrillo, pero finalmente se decidió por encender el suyo y compartirlo con él echándole el humo a la cara mientras esperaba que “alguien” pulsara el botón que les haría bajar. Cuando su corpulento compañero se dio cuenta y pulsó precipitadamente el botón del primero y el de la planta baja a la vez, masculló algo entre dientes y volvió a escupirle el humo.
¿Quién era aquella gente tan rara? Policías desde luego que no: ni esposas, ni placas ni “queda usted detenido, y éstos son sus derechos, etc.” y toda esa parafernalia típica de la autoridad. ¿Secuestradores, entonces? Si así era, no tenían nada de aficionados…. No, tampoco tenía pinta de querer secuestrarle. Parecía que le conocían, y en ese caso, sabrían de sobra que no tendrían a quién pedirle rescate. No, sólo podían ser…
Frente a él, la chica miraba disimuladamente hacia su entrepierna desde hacía rato. Ojalá sólo estuviera malpensando sobre el bulto del cuchillo… Por un momento, esperó recibir una patada, tal y como decía la camiseta que tenía delante y que no podía evitar mirar. Bajó la mirada entre avergonzado y divertido, aquella chica conseguía, inexplicablemente, relajarle. Y entonces se dio cuenta: por su pierna, bajaba un hilito de sangre, el tropezón de hace un minuto le había hecho pincharse en el interior del muslo, y aunque no le dio demasiada importancia en el momento, parece que era algo serio. No, no le había lesionado; le había delatado.
No se atrevió a mirar a los otros dos, pero la joven le miraba con curiosidad, ahora a la cara. Esbozó lo mejor que pudo un falso gesto de dolor y en un movimiento muy lento al principio, como si fuese a palparse una profunda herida, y muy rápido después, sacó su arma blanca y en un instante la tenía apoyada en la garganta del asustado gordo. A pesar de su edad mediana, estaba claro que era un novato en todo aquello, sólo estaba allí por su imponente cuerpo, pues ni la chica ni el jefe, a pesar de las armas, ésta de fuego, que sacaron lograban intimidar ni a una ancianita.
-¡¿Quién coño sois y qué queréis de mí?! Como no me deis una respuesta antes de que se pare este maldito trasto juro que lo degolló aquí mismo…
-¿Acaso no era evidente?-respondió el del sombrero con mucha calma pero sin dejar de apuntarle con su revólver de gran calibre a la cabeza. Mostró el bolsillo de la pitillera, en el que llevaba colgada una placa o medalla de algún cuerpo especial cuyo nombre no recordaba-¿Te suena el dibujito? ¿Qué entendéis los jóvenes de hoy en día por estar en la reserva? Se tea yudó en lo posible por desmilitarizarte, por reinsertarte en esta, por cierto, decadente sociedad, pero los rechazaste todos y decidiste ir por tu cuenta. Sólo Dios y esta rubia saben lo que me ha costado encontrarte, ¿tan malas son las residencias para excombatientes? La guerra acabó, el ejército dejó de considerarte útil y fracasó en su intento de hacerte….ejem…menos inútil para la vida civil. Ahora hay un conflicto a punto de estallar, y el alto mando requiere gente como tú para una sencilla y breve pero arriesgada misión. Y no creas que hay tantos. Con tu experiencia en combate abierto, tu conocimiento de determinadas zonas, tu nada que perder, tus medallitas… El inepto del general al que corresponden ahora estas cosas, entre miles de excombatientes deseosos de volver a matar sólo ha considerados aptos a tres individuos: la rubia que te mira el paquete, un conocido, creo que hermano, del gordo que se te ha desmayado en brazos y que se suicidó hará cosa de un mes, y, por supuesto, usted.
>Así que deje de hacer el payaso, suelte ese jodido cuchillo y obedezca a su superior.


lunes, 18 de febrero de 2013

Bonita camiseta...

Capítulo primero.
Capítulo segundo.
Capítulo tercero.
Capítulo cuarto.
Capítulo quinto.
Capítulo sexto.
Capítulo séptimo.
Capítulo octavo.

Más historias.

Capítulo 2.

CAPÍTULO 2.
No, no esperaba a nadie. ¿Quién podría ser a estas horas? Era casi la hora de comer para la gente normal, la hora de levantarse para la gente como él. Cogió un cuchillo mientras sentía sus músculos tensarse a causa de la adrenalina. Tanto tiempo sin sentirse así le estaba volviendo loco, estaba impaciente por ver quién era y qué quería, pero se acercaba con el máximo cuidado de no hacer el mínimo ruido a la puerta. En cierto modo se sentía liberado, saboreaba el momento, disfrutaba a comprobar que seguía sin recordar qué era el miedo. La puerta sonaba como si la pensaran echar abajo. Aprovechando que en el rellano había más luz qué dentro del apartamento, pudo ver en las sombras que se colaban por la rendija bajo la puerta que sólo había un par de pies. Debería ser un buen gorila para aporrear la puerta de esa manera. Si querían hacerle algo…¿no sería más fácil llamar suavemente, “con cariño”? No, no habría colado.
Receloso de poder perderlo, acercó un ojo a la mirilla: Sólo había una chica, de unos dieciocho años y con una curiosa camiseta en la que ponía, a la altura del pecho, algo así como “cambio mirada a mis tetas por patada a tus huevos”. Movido por la curiosidad, cuya influencia en él siempre fue mayor que la de la conciencia del miedo, se ocultó el cuchillo como buenamente pudo en los calzoncillos y abrió la puerta. En ese instante, aparecieron dos hombres, uno a cada lado de la puerta. El primero, tan alto y corpulento que su agilidad llamaba la atención, se colocó antes de que pudiera darse cuenta detrás de él, bloqueándole el acceso a su propia vivienda. El otro, mucho más bajo y enjuto, se plantó frente a él, haciendo retroceder a la chica de la camiseta con un gesto y una mirada un tanto despectiva. Iba muy trajeado, incluyendo sombrero a juego con el formal pero arrugado traje gris. Tenía más ojeras incluso que ella, era evidente que habían pasado toda la noche y toda la mañana buscándolo.
-Por fin-se limitó a decir. Lanzó otra arrogante mirada, esta vez al tipo gordo.
-Vente con nosotros-dijo éste, empujándole hacia el ascensor, cuya puerta mantenía abiertas la chica, con un gesto ausente, como si nada de eso fuera con ella.
-¿Es que no pensáis dejar ni que me vista?-dijo XXXXXXXX, que aún iba sin pantalones y con la camiseta de tirantes que le servía de pijama, y vio en la oportunidad de volver a entrar la que sería su última ocasión para huir. No era más que un tercero, y el patio, al que daban casi todas las ventanas, estaba en el primero, por lo que la altura de la caída no sería más que la de dos pisos, y de techo bajo, por cierto. Eso le daría tiempo más que de sobra, pues él mismo sabía por experiencia lo difícil que resulta encontrar a alguien en un edificio así.
Sin esperar respuesta, se giró con su habitual sangre fría y toda la naturalidad que fue capaz de mostrar, dispuesto a entrar. Pero allí nadie estaba de humor, y el gigantesco hombre con cara de pocos amigos, cerró la puerta que tenía detrás y se apoyó en ella, cruzando los brazos.
-¿Cree que habrá que cachearlo, jefe?
-Tú no, Gordo. Depende de si la señorita tiene ganas de hacerlo ella…-podía intuirse la lascivia contenida en su voz.
Los tres miraron a la susodicha con curiosidad, pero ésta no les respondió más que dando media vuelta y entrando en el ascensor.
-Tiene razón. Como siempre-ahora se notaba que le fastidiaba reconocer que siempre le superaba, pero así era-. Se hace tarde, Gordo. Espabila.

Índice.

domingo, 17 de febrero de 2013

ARMAS CASERAS 7 Flechas.

Hacer las flechas es bastante más fácil que el arco. Sólo se necesita un buen cuchillo o navaja, fuerte y afilado, cañas(de bambú), finas y todo lo rectas que se pueda, y tornillos para madera o tacos, de éstos que tienen punta, los de tuerca no sirven. Ah, y una sierra para metal o unas tijeras de éstas de los bomberos para abrir candados que no sé no cómo se llama. Y unos alicates ayudan, pero no son necesarios del todo.

Lo primero es buscar las cañas más derechas que haya, y escoger de éstas las que tengan el...agujerito de dentro de un tamaño similar o ligeramente menor que el ancho de los tornillos. Evidentemente, cuanto más arriba más fina es, así que vale cualquiera, dependiendo de por dónde la cortes. El corte ha de ser limpio para que no se astille, si el cuchillo no es lo suficientemente bueno y se dispone de sierra para metal, ésta es más efectiva, si se usa con cuidado.
 Después, usando la sierra o las tijeras ésas, se corta la cabeza de los clavos, que cuanto más largos sean, mejor, por cierto.
 Y por último no hay más que meter el tornillo(de punta, claro) lo más recto posible respecto a la caña, y o bien con las manos o cogiéndolo con los alicates, se introduce a rosca hasta que alcance una dureza o resistencia regular o constante. Vamos, que según vas metiendo está más duro, pues mete hasta que deje de estar cada vez más duro. Luego se saca, también a rosca, claro, con cuidado de que no se astille, y se vuelve a introducir esta vez con la punta hacia afuera. Como el agujero de la caña ya estará marcado con la rosca, será más fácil. Y ya está.
 
Eso para la punta. Para la parte de atrás, no hay más que hacer dos cortes, secantes y perpendiculares (más o menos) entre sí y con su intersección también perpendicular a la generatriz del cilindro aproximado que conforma la caña...o sea, como en la foto.
Y ya está. El peso del tornillo en la parte de delante, las hará caer de punta.

Capítulo 1

CAPÍTULO 1.
El día que todo cambió amaneció como otro cualquiera. Se acabó de despertar a las tantas, intentando recordar lo que había estado soñando, intentando revivirlo. Seguro que era mejor que su asquerosa vida. Sobre todo si era una pesadilla. Sí, al menos no sería tan terriblemente aburrida. Desistió, tirando al suelo las mantas y abriendo los ojos de golpe. Pero qué sucio está techo. Definitivamente, así estaba mejor. Al vivir solo en un apartamento no tenía que preocuparse de la opinión sobre su falta de orden y limpieza como cuando compartía un piso, y más si era con chicas como la última vez.  Además, el escaso dinero que le pasaba el programa de reinserción social no le permitía más que esas opciones.
Chicas…lo único en el mundo capaz de hacerle ordenar un poco todo aquello. Aunque viendo como todo… ¿pero cuánto hacía que no….? Cerró los ojos. Había vuelto a olvidar hacerlo. Es terriblemente difícil recordar hacer algo antes de abrirlos. A tientas, se puso en pie frente a la ventana, y abrió ésta de golpe a la vez que sus ojos. La cegadora luz del nuevo día casi le hizo caer de espaldas a la cama. Se dejó caer. Esto le despertaba del todo, aunque no le impedía seguir acostado pensando en cosas que pudiera hacer desde la cama. De momento, besar su pequeño crucifijo, única herencia de su difunto abuelo, en un gesto más mecánico que religioso, más por seguir con la costumbre que por agradecer el nuevo día, y, por su puesto, más por su abuelo que por Dios. Aunque de todo había un poquito…
Puso ambos pies en el suelo de forma brusca y casi simultánea, aunque siempre procuraba que el derecho rozase los fríos azulejos un instante antes. Para “empezar bien el día”. Estaba especialmente frío aquella mañana. Le encantaba eso. No sentía el barro subir por entre sus dedos, no sentía el calor de un sol golpeando las rocas verticalmente, ni un de esas pequeñas piedrecitas que se clavan, oculta bajo el polvo del camino, pero aquél frío matutino que se extendía por su piel haciéndole tensar los tendones de Aquiles era suficiente para recordarle que seguía vivo.
De camino al baño, mientras inclinaba la cabeza un lado para estirar el cuello, introdujo la mano en su pantalón para rascarse y colocarse todo, con la misma mano que un instante más tarde se frotaba los ojos, y justo después el trasero. ¿Por qué tenía que estar tan lejos el baño de la cama? Hizo sus necesidades apoyando la espalda en la pared. Eso le hizo alegrarse de no ser una tía, lo que le hizo pensar en tetas. Y esto, además de hacerle algo más difícil su tarea, le hizo pensar en pectorales, lo que le recordó que aún no había sus flexiones matinales. Hay que ver cómo funciona el cerebro, pensó, recién despertado…qué lógico es todo…y…¿Qué tenía que hacer ahora? Ya estaba buscando algo para desayunar. Desde luego, lógico no es sinónimo de rápido.
-La gente debería quedarse con que me acuesto casi al amanecer escribiendo poesía y llorando por ti-Se dijo a sí mismo, aunque hablando al guardapelo con apenas unos cabellos de su difunta prometida y mientras miraba los sucios dedos de sus propios pies-. No con cómo me despierto…
Entonces, y por fin de forma definitiva, volvió a la realidad por enésima vez aquella mañana: alguien golpeaba violentamente la puerta gritando su nombre.

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sábado, 16 de febrero de 2013

Me muero

No sé si estaré muriendo.
Francamente, creo que no.
Mas lo diré por si acaso:
Tú siempre fuiste mi amor.


viernes, 15 de febrero de 2013

Roca costera

De una forma irremediable,
en su árida posición,
escuchaba nuestra roca
la redundante canción:

acercábanse las olas
para alejarse después
todo el tiempo las oía;
jamás se dejaban ver.

Sí que podían verse a veces,
en los días de fuerte viento,
lejana salpicaduras
ascender casi hasta el cielo.

Esto le hacía recordar
la imborrable noche aquella
en que el apacible mar
tornose indomable bestia.

Relámpagos refulgían,
iluminábase el cielo,
grandes barcos zozobraban,
encallaban los pequeños.

Se oía entre el viento y los truenos
el graznar de las gaviotas,
pues ni siquiera estas aves
pudieron prever tal cosa.

y por fin pudo la roca
observar, emocionada
como una ola mayor
con su espuma la besaba...

Tal vez en muchos años,
se permitía soñar,
regresaría aquella ola
para dejarse abrazar.


jueves, 14 de febrero de 2013

Veinte añitos


Y entonces tedas cuenta: ya no eres lo que eres. Se acabó ser un “tináyers”como dicen los ingleses, ahora tu edad empieza por un dos. Piénsalo, cuando tengas el doble de años a las espaldas no podrás hacer lo que ahora. Cuando tenías la mitad, tampoco. Entrénate cuanto quieras, estudia hasta reventar, jamás pudiste ni podrás volver a hacer tantas flexiones o recordar tantas letras de canciones, con cuarenta tacos no podrás levantar cien kilos, con diez añitos no podías entender las integrales. Estás en la cima, el clímax, la súper guinda encima de la guinda normal encima del, quieras reconocerlo o no, alucinante pastel que es tu vida. Ya sólo queda descender. Y aprovechar el momento, por supuesto. Carpe diem, decían los romanos de hace milenios. Y, ¿cómo lo haces? Contando flexiones y tarareando canciones.
Hace una década, puede que un lustro, tenías toda la vida por delante, todas los caminos abiertos, podrías hacer lo que quisieras. Ser delantero centro jugando el mundial, tu fama sería tal que los traficantes asiáticos falsificarían camisetas con tu nombre intentando robar las migajas de tu inmensa riqueza. Tal vez viajarías al espacio, serías el primer ser humano en pisar el planeta rojo buscando personalmente pruebas de vida extraterrestre, un leve giro de tu cuello te proporcionaría una mejor perspectiva de aquel inhóspito paisaje que la que podrían conseguir cien ingenieros mejorando día a día durante años su robot espacial con camarita hachedé.
Si sobra tiempo, llenarás estadios con miles, decenas de miles, puede que centenares de miles  de chicas bonitas deseosas de hacer contigo eso que aún no sabes muy bien en qué consiste pero estás impaciente por probar. Se tatuarán, se drogarán, se cortarán, vomitarán, harán todo lo que sea por parecerse a ti mientras ahorran para ir a verte en persona a un concierto que grabaran con el móvil por si fuera el último que das antes de tu prematura muerte, pero no, no serás así. Serás un ejemplo a seguir, harás recapacitar a los jóvenes que, como tú, escuchan más a su cantante favorito que a sus propios padres. Y por qué no, harás carrera en el cine, tu nombre en el cartel de la peli que se pelean por arrancar de la puerta del cine agotará entradas una semana antes del estreno. Puede que no te haga ganar un céntimo, pero la sensación de que en todo el mundo se bajan tu peli en vez de verla online para poder verte en alta definición una y otra vez, no es comparable ni a tirar la mochila al llegar del insti y dejarte caer en la cama sin una puta preocupación en tu jodida cabeza…salvo que se te escapen palabras como “puta” o “jodida” delante de tu familia.
Y de repente, dos decenios enteritos desde el mal día en que viniste a este mundo. No eres virtuoso en ningún deporte, en ningún instrumento. No destacas en nada desde que fuiste el favorito de tu abuela que, por cierto, ya está muerta. Se te daba bien estudiar o, más bien, aprobar sin tener que estudiar demasiado, pero la carrera que escogiste es demasiado. Puede que abandonarla sea la mejor opción. No quieres trabajar con corbata, no tienes ningún afán de ser millonario, te conformas con poquito, con un boli y una libreta en la que escribir sonetos que sólo tú crees buenos(y no es porque sólo tú los lees)eres feliz. Y eres casi autosuficiente, das clases a un par de críos los sábados por la mañana y puedes costearte tus caprichos. O eso te dices para sobrellevar el día a día. Hasta que un suspenso, un rechazo amoroso o una factura desorbitada en el móvil te devuelve a la asquerosa realidad. Estudiarás con esfuerzo algo que medianamente te resulta interesante hasta que las becas y tus padres puedan mantenerte y tengas que dejarlo para currar si acabaste como si no. Entonces, con mejor o peor situación en una de esas enormes empresas que ahora odias y pronto te explotará, esperarás ansiadamente un ascenso, un aumento, unas vacaciones que poder aprovechar para hacer horas extras para adelantar una letra de tu hipoteca súper flexible. Esperarás y esperarás hasta jubilarte y ya sólo queda esperar y esperar a morirte… y si te aburres, puedes pensar en cómo desperdiciaste los veinte.



martes, 12 de febrero de 2013

Corre que te pilla.


El gélido viento cortaba la piel de su rostro, a pesar de la humedad, penetraba en sus ojos secándolos hasta impedirle llorar. Era una de esas invernales noches tenebrosas en las que, a pesar  el fuerte viento que corría en dirección contraria a su alocada carrera por un bosque mucho más oscuro de lo que lo recordaba, había una densa niebla que no le permitía ver qué tenía dos pasos más adelante. Llevaba las piernas arañadas de las zarzas del camino, si es que podía llamarse así a la estrecha y vieja senda que seguí, las plantas de los pies le dolían más de lo que jamás podría haber imaginado, y sentía su corazón a punto de estallar, sin embargo, no podía permitirse descansar si quería seguir con vida al amanecer.
Por fin, alcanzó lo que parecía la cima de… algo; al menos durante un rato no tendría que seguir cuesta arriba, pero en su nueva posición, el viento que silbaba entre los árboles haciéndolos oscilar, era más intenso aun. El frío de la noche helaba la superficie de su piel, agarrotaba los dedos de sus manos, pero en el interior de sus miembros, los músculos ardían en un esfuerzo sobrehumano que sólo el terror a una espantosa y próxima muerte puede provocar. El frígido aire, que entrecortadamente penetraba en sus pulmones, se clavaba en el ardiente interior de su pecho en una sensación nada agradable que le hacía intentar aguantar la respiración a cada paso que daba; pero su agitado corazón no dejaba de exigirle oxígeno que bombear a sus exhaustos miembros.
Apoyó una de sus ateridas manos en el tronco de un árbol para recobrar algo de aliento. Le dolía respirar. No había sido buena idea parar. Sus piernas se entumecían por momentos, era cuestión de tiempo, poco tiempo, que dejaran de responderle. Y entonces, justo entonces, pudo oírlo, nítidamente a pesar del viento: un cercano aullido de lobo que le hizo dilatar sus pupilas más aún, y echarse de nuevo a correr, esta vez colina abajo. De pronto, el ulular de un pequeño búho, cuyos ojos resplandecían de forma siniestra en la casi total oscuridad, le hizo dudar de lo que acaba de escuchar, y se río para sí mientras intentaba esbozar una sonrisa con los labios paralizados y amoratados del frío el miedo.
Un crujido en la rodilla, un espasmo en el pecho, un golpe en la cabeza, una creciente mancha roja en su pelo que relucía a la escasa luz de la Luna, un cuerpo que, ya inerte y ante los atónitos ojos verdes del persecutor que ya se limita a observar, rueda entre rocas hasta, finalmente, detenerse contra el tocón de un viejo roble. 

LA MÍO NO ES PONER TÍTULOS...SI ALGUIEN COMENTA, QUE DIGA SI SE IMAGINA CHICO O CHICA AL PROTAGONISTA.

miércoles, 6 de febrero de 2013

ARMAS CASERAS 6 Arco de caña(fácil pero profesional)

Se necesita una cuerda más o menos fina, una caña preferiblemente verde y de bambú, y como herramientas, una navaja o cuchillo. También ayudan una sierra, un martillo y/o un hacha, pero no son muy necesarios. 
Partiendo de la caña ya cortada y limpia(para esto puede hacer falta el hacha o la sierra), y de la medida que se quiera para el arco, se empieza por clavar el cuchillo o navaja (es más fácil ayudándose con un martillo) en todos los nudos, lo más centrado que se pueda, salvo los dos de los extremos, que se dejan para el final. Primero a una lado, luego  al otro, y por último los de los extremos. Se introduce la hoja del cuchillo en la hendidura o raja o cómo se quiera llamar para partir la caña longitudinalmente en dos partes lo más posible.

Se repite para dividir en dos partes cada una de las dos anteriores, obteniendo cuatro trozos iguales, más o menos. Se colocan juntas, una sobre otra, y una hacia arriba y otra hacia abajo, para evitar que coincidan los nudos, tras haber quitado el interior de éstos.
Luego no hay más que atarlas en los extremos y otras dos veces a una distancia intermedia, cuanto más ajustadas, mejor, y después, curvándolo un poco, unir ambos extremos para hacer el arco.
Y ya está. Ahora lo típico, que no hay que apuntar a la cara, cuidado con no cortarse con los bordes de la caña ni la navaja, etc. y que con cinta aislante queda más efectivo y es más fácil que con cuerdas, pero queda "más feo". Mañana o cuando sea pondré cómo hacer flechas, si me apetece.
Aquí están las las flechas.

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