A su lado había un montón de
ropa de todo tipo, probablemente usada, posiblemente de muertos. Al
incorporarse notó un fortísimo dolor en el cuello: la patada del ascensor casi
se lo parte. Escogió unos vaqueros “normales” y una camiseta “normal. Al ir a
ponerse el pantalón, vio que tenía el muslo vendado ¿habría sido ella? Probablemente.
Pero a pesar de esto, y de que llevaba inconsciente y en ropa interior… no
sabía cuánto tiempo, sintió algo parecido a vergüenza y vaciló unos instantes
antes de sacarse la camiseta. Creyó notar una sonrisita disimulada en el rostro
de la chica justo antes de que interrumpiera sus pensamientos diciendo
fríamente:
-Tranquilo, que me giro-estaba
sentada en el suelo frente a él, y en un rápido movimiento, se giró apoyando
una mano en el suelo y se cubrió los ojos con la otra-. Algunas tenemos
educación…
Parecí bastante molesta de
verdad, pero tampoco había hecho nada malo…Resignado cogió la camiseta para
ponérsela, pero entonces la chica añadió:
-Te perdono si te pones la
verde. –Le estaba observando a través de un trocito de espejo que tenía en la
mano con la que supuestamente se tapaba los ojos. El chico se sintió
decepcionado, pero consigo mismo, por no haberse dado cuenta antes. Aun así,
miró intrigado la camiseta que había dicho. En grandes letras moradas con
purpurina sobre fondo verde ponía “Voy con la princesa”. Era improbable que ese
tipo de camiseta fuera de chico.
-¿Sabes? Creo que podré
vivir sin tu perdón….
Y en ese preciso instante,
la furgoneta paró de un frenazo haciéndole caer justo al lado de ella, casi le
cayó encima. Ambos empezaron a reír, pero la puerta se abrió y apareció el hombre
al que dentro de poco conocería como “Jefe”. Llevaba un mono de trabajo que
casi con total seguridad emplearía para colarse en alguna parte. Dudaba que los
tópicos de las películas funcionasen…
-A ver si dejamos el magreo
para otro rato. Que hay prisa. Como ya te habrá explicado la Rubia, tenéis que
haceros pasar por universitarios, infiltraros en la facultad de derecho y
secuestrar a la hija del ministro tal. Tienen programado un simulacro de
incendio para dentro de algo menos de hora y media, lo que nadie sabe es que
quince minutos después una bomba real hará derrumbarse el ala oeste del edificio.
Para ese momento tenemos que habernos ido con la chica y sin que nadie la haya
visto salir, ¿de acuerdo? ¿Todo claro?-Abrió una trampilla que ocupaba casi la
mitad del suelo del vehículo y de un doble fondo en el que había dos cajas de
cartón tan grandes como para llevar un cadáver, una carretilla de plataforma y
varios subfusiles, entre otras cosas, sacó un par de mochilas y se las entregó-
Ahí tenéis planos de la facultad, con la clase del objetivo y la ruta de
evacuación marcadas, unas fotos de la chica y armas de fuego. Utilizadlas sólo si
os descubren, si la operación fracasa, tendréis que haceros pasar por
terroristas, y responsables de la explosión, con las consecuencias implícitas.
También tenéis comunicación con la base y conmigo camuflada en unos cascos
Apple. Éstos tienen un botón de emergencia que anulará la detonación de la bomba,
pero más vale que no lo pulséis si apreciáis la vida en libertad… ¿preguntas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario